Ayer se cumplió medio año del cierre obligatorio de las playas, derivado de la pandemia del coronavirus en Playas de Rosarito y a pesar de que autoridades municipales del quinto municipio anunciaron que reforzarían la vigilancia para evitar el ingreso de visitantes a las playas, durante el fin de semana lucieron con afluencia, familias que llegaban a caminar y pasar unas horas de esparcimiento.
La familia García, que llegó de la colonia Urbi Villas del Prado de Tijuana para salir de la rutina, dicen que sabían del cierre pero decidieron llegar y pudieron ingresar a la playa unas horas, dijo la señora Yohana García que llegó a la playa con su esposo e hijos.
“Sí nos han dicho que está cerrada, pero es ilógico que todo esté abierto, los bares, los restaurantes y la playa que está al aire libre esté cerrada”, dijo la señora Yohana.
La familia García se tuvo que instalar alejada del mar, pues una unidad del Ayuntamiento constantemente les pedía que se retiraran.
El pasado 28 de marzo, cuando se anunció el cierre de playas por la pandemia, fueron alrededor de 150 vendedores ambulantes de las playas que fueron retirados de sus trabajos y dejaron de recibir su principal ingreso económico, se cumple medio año del cierre de las playas y siguen esperando la reapertura, como el señor Juan Dominguez, que vive en medio de una crisis económica.
“A veces hago trabajos de albañilería para poder sobrevivir y el gobierno no entiende que todo está abierto, pero las playas no y ya son muchos meses que tenemos sin trabajo”, dijo el señor Juan, y mencionó que camina por las calles cercanas a la playa esperando algún cliente para vender algunas de las pulseras y artesanías que ofrece.
Según autoridades sanitarias estatales, el cierre de las playas continuará a pesar de que este lunes se pasa a semáforo anaranjado, informó este domingo el secretario de Salud en el estado, Alonso Pérez Rico.
Durante el fin de semana, en Playas de Rosarito se registró una afluencia de visitantes, incluso se desarrollaron carreras de autos tipo “drift” en el centro de esa ciudad. Alrededor de 300 personas observaban el espectáculo de autos sobre el bulevar Benito Juárez, en el área conocida como San Fernando, la mayoría sin cubrebocas y sin respetar la distancia.