Tijuana.- Algunos de los albergues que atienden a personas en contexto de movilidad en Tijuana están enfrentando problemas económicos y de seguridad, de acuerdo con Graciela Zamudio Campos, directora ejecutiva de Alma Migrante.
“Todo este año hemos advertido como varios albergues, incluso algunos muy antiguos de la ciudad, han estado en una crisis económica profunda y han anunciado que están en riesgo de cerrar, como el desayunador del Padre Chava. Puedo asegurar que hay muchas instituciones que están en la misma situación”, explicó la activista.
A mediados de junio de este año, el Desayunador Salesiano anunció que debido a la falta de recursos económicos ha tenido que reducir sus operaciones, cerrando espacios en el comedor y en el albergue para migrantes.
El director del Desayunador, Agustín Novoa Leyva, mencionó incluso que debido a la disminución de donaciones fue necesaria la reducción de casi la mitad de su personal.
Zamudio Campos señaló que desde el inicio de este sexenio las asociaciones civiles ya no han recibido los mismos apoyos económicos por parte del gobierno.
“El fondo que estaba destinado para los albergues fue removido(...) todos los apoyos se han estado brindando a la sociedad civil a cuenta gotas. Ha habido varios procedimientos, hemos tenido reportes de que estos procedimientos no tienen suficiente transparencia”, añadió.
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Además de la falta de recursos, la sociedad civil tampoco goza de seguridad, explicó la directora de Alma Migrante, destacando que la Guardia Nacional desconoce el trabajo que se realiza dentro de los albergues.
“El verdadero problema es que la sociedad civil no está fortalecida ni tampoco goza de seguridad (...) Algo que sería muy útil es que las autoridades pudieran hacer un reconocimiento a la sociedad civil que está trabajando el tema en la región”, indicó.
En octubre de este año, activistas del albergue Borderline Crisis Center denunciaron que elementos de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM), intentaron ingresar por la fuerza.
En esa ocasión, Zamudio Campos, señaló que este no ha sido el único hecho en el que la Guardia Nacional violenta el apoyo humanitario, pues desde el 2019 cuando los elementos llegaron a la ciudad comenzaron a rondar en los albergues.
"Ha habido quejas, conferencias de prensa sobre esto, acciones legales, y la situación sigue sin resolverse. Esto significa que estamos viviendo un patrón de conducto de violación de Derechos Humanos", dijo.