Daniel Ángel Rubio
Tijuana.- La cocina ha sido la vida de Amada Pozada García, al grado de que se llevó su salud y hoy se aferra a ella para mantenerse.
Padece osteoartritis deformativa, un mal incurable que contrajo en esta ciudad a la que llegó como misionera cristiana cuando trabajaba en una pastelería.
Trabajaba sin ayudante de cocina exponiéndose constantemente al frío y al calor hasta que su salud mermó.
“Aquí hay lugares en Tijuana donde no se piensa en el trabajador”, destacó en entrevista mientras vendía sus productos.
Su enfermedad no le permite trabajar y por eso buscó apoyo para hacer gelatinas “gourmet” que vende en los tianguis que se instalan regularmente en Palacio Municipal y en el Centro de Gobierno.
“Me atreví a hacer esto. Sé de repostería, sé de cocina. Sé hacer desde un bocadillo a un banquete”, afirmó
Hoy es empleada doméstica en una casa de Playas de Tijuana por comida, techo y un pequeño salario, y tiene menos de tres meses haciendo gelatinas para vender.
Y aunque su condición de salud, también padece cansancio crónico, no le permite ya hacer los grandes trabajos en la cocina, puede realizar bocadillos o gelatinas al gusto.
“Estoy luchando por salir adelante (…) soy una mujer que confía mucho en Dios, y así voy”, dijo Amada Pozada que ofreció a los interesados en comprar sus productos el número telefónico (664) 549 59 70.
