Tijuana.- Ha incrementado el número de personas desplazadas provenientes del estado de Michoacán a la zona fronteriza del país, expresó José María García Lara, director de Movimiento juventud 2000 y coordinador de la Alianza migrante de Tijuana.
“Algunas comunidades del estado de Michoacán están llegando de forma gradual y comienzan a acumularse tantas personas de ese estado donde hay una violencia muy fuerte (…) desafortunadamente se incrementó la agresión de los grupos criminales que están desplazando a las comunidades en ese estado”, explicó.
Los métodos de violencia por parte de grupos criminales ha aumentado, incluso atacando con tecnología más avanzada, por este motivo obligan a la ciudadanía a desplazarse, explicó el coordinador.
“Es muy lamentable ¿Cómo es posible que incluso lleguen drones a las propiedades soltando granadas en las comunidades? No sabemos el motivo por el cual el crimen organizado obliga a los ciudadanos a desplazarse. Puede haber algo más, lo que vemos es que hay desplazamiento por tierras o por desacuerdos con grupos (…) Había violencia desde el 2016, desafortunadamente en estas semanas incrementó”, indicó.
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Hasta el momento, la comunicación que ha mantenido García Lara con el padre Goyo (párroco que resguarda a familias en Michoacán), indica un gran número de personas que se han desplazado a la frontera norte del país, principalmente a Tijuana.
“Según el padre Goyo nos habla de que 1500 personas se han desplazado en las últimas tres semanas (…) Sabemos que no vamos a poder atender a todos, pero con la comunicación que ha tenido el padre Goyo con el gobierno federal se ha buscado la posibilidad de desarrollar un centro de integración de migrantes”, expuso.
Relatos de los desplazados
Guillermina Amezcua, proveniente de Michoacán, llegó a la ciudad de Tijuana desde hace 10 días junto con sus dos hijos, y busca encontrarse con sus únicos familiares que viven en Carolina del Sur, Estados Unidos.
“Vine de Michoacán porque estaba en una zona de riesgo. Tenía un negocio, pero siempre estaba con miedo porque avientan drones. Por las noches no dormía, vine para pedir asilo arriesgando a mis hijos. Buscamos apoyo para encontrarme con mi familia que está en Carolina del Sur. Me robaron el poco dinero que tenía, prefiero estar en este albergue en una casa de campaña y con un plato que comer, que estar en el pueblo donde no sabes a qué hora te sacarán de tu casa”, expresó.
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Marta “N”, otra víctima, huyó de Apatzingán, pues su esposo fue secuestrado y obligado a trabajar con el crimen organizado, por lo que decidió desplazarse junto con sus dos hijos y dos nietos.
Posteriormente su esposo escapó del grupo delictivo y se unió a su familia en Tijuana, por lo que están pidiendo asilo en Estados Unidos.
“¿Por qué todo el tiempo tenemos que pasar cosas así? El crimen actúa contra todo el mundo, tenemos pruebas suficientes para demostrar en Estados Unidos que estamos huyendo de la violencia. Llevamos aquí desde el 18 de febrero”, expresó con desesperación.
