La Sindicatura Procuradora clausuró una bodega del DIF municipal que tenía en su interior más de mil 500 cajas de despensas, que presuntamente estaban caducadas.
Durante el operativo realizado por la Sindicatura y la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), se canceló el acceso a la bodega, en tanto que otros productos fueron confiscados para su análisis.
La que de nueva cuenta aprovechó para jalar los reflectores, fue la síndico Meli Espinoza, quien se apersonó en el DIF para volver a criticar el actuar de la actual administración municipal.
“Yo solo estoy cumpliendo con mi obligación. Es una de las facultades que tengo yo, supervisar y revisar. Tenemos que hacerlo, yo creo que por eso la gente reacciona de diferente forma, es un deber que tengo yo revisar como están trabajando las áreas correspondientes”, comentó.
Meli Espinoza dijo desconocer si las despensas eran parte de las donaciones que recibe el DIF o de los productos que adquiere la paramunicipal, sin embargo, no dio marcha atrás en la clausura.
“Se tiene que investigar a dónde van a ir las cajas. Hemos tenido el acercamiento para verificar por qué está sucediendo esto, pero tenemos que hacer lo que nos compete. Es un riesgo que estos alimentos lleguen al consumo de niños”, expresó.
Por último, la síndico afirmó que se verificará el estado de las despensas en otros espacios municipales, como el centro comunitario chamizal, en donde se presume también hay productos caducados que no han sido desechados.
