Tijuana.- El gobierno del Estado parece no tener mucho interés en empujar los grandes proyectos de obra pública heredados de la administración pasada. Desde la desaladora en San Quintín, hasta el bulevar Zapata, los trabajos se encuentran detenidos.
El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Gabriel Valenzuela Moreno, fue quien señaló la situación, y en entrevista brindó un panorama de la obra pública en Baja California.
¿La desaladora en San Quintín qué avance tiene?
“Lo que hemos visto es que las negociaciones están empantanadas, no se ve una postura de interactuar el gobierno con el contratista. El gobierno ha asumido esa obra como si fuera pública, es una obra de asociación y participación (lo que se conoce como APP) donde el gobierno no va a poner el dinero".
"El dinero lo van a poner un banco donde los inversionistas están avalando ese dinero. No quiere ceder el gobierno al respecto. Esa obra se empezó y se detuvo porque el gobierno actual no ha querido autorizar el pago de las estimaciones. Les han puesto muchas trabas, en que están revisión y la obra sigue parada".
"Si estuviera la desaladora funcionando anduviera el agua en el orden de 20 a 22 pesos el metro cúbico (mil litros) y ahorita en San Quintín un tibor de de 200 litros de agua potable te cuesta 200 pesos, estamos hablando de un peso por litro".
"La verdad es que la gente necesita el agua y tiene que pagar ese precio. Falta mucha sensibilidad por parte del gobierno para que continúe la obra de la desaladora en San Quintín. Se han perdido tres años de esa obra y estamos como empezamos; es una lástima porque es una obra que ya está encausada y se necesita para la región".
"Empezó con una inversión de alrededor de 520 millones de pesos, a raíz de las devaluaciones y con el ajuste autorizado anda en alrededor de 640 millones de pesos. A medida que transcurre más el tiempo se van encareciendo las cosas".
En el caso del bulevar Zapata qué nos dice:
"El bulevar Zapata el nuevo gobierno no lo vio como una obra prioritaria, hasta donde tengo entendido ya lo descartó como obra prioritaria, no va por lo menos en esta administración".
"Nosotros habíamos opinado que era una obra que venía a complementar las vialidades, no lo veíamos como una prioridad porque no lo es, pero venía a cerrar un circuito vial en la periferia de la ciudad".
¿Qué hay de la obra pública municipal?
"Algo limitada, pero si habido. Planes de mantenimiento y conservación si los han tenido y ahorita están por sacar más. Habido contratos pequeños, han tratado de cuando menos mantener las vialidades principales en condiciones transitables".
"Van a salir unas obra del Ramo 33, que son precisamente para mejoramiento urbano. Estamos esperando eso. No es mucho el dinero, pero es algo que viene auxiliar a las empresas constructoras aquí instaladas".
"Tenemos esperanza que si sale algo de obra pública la cual sí es esencial, pudiera acomodarse en algunas empresas para que reactiven la economía, pero no todos van alcanzar a contratarse, de pérdida algunas empresas".
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En cuanto al Estado ¿Cuáles han sido los trabajos de obra pública?
"Es mínimo, la CESPT (Comisión Estatal de Servicios Públicos) está sacando algunos concursos de bacheo de asfalto y de concreto. También sacó el Estado algunas aulas de construcción, es poquito lo que traen, pero se hace lo que se puede".
"Los recursos de la obra pública han venido a la baja año con año y este año no ha sido la excepción. La construcción en Tijuana y Baja California se ha mantenido prácticamente de la obra privada, porque se ha impulsado mucho desarrollo como el clúster médico, aeroespacial, siguen las naves industriales, los centros comerciales, la vivienda vertical y eso ha mantenido a la industria de la construcción".
¿La crisis sanitaria por el Covid-19 cómo les ha afectado?
"Nos pegó muy fuerte. Es de los principales mercados que fuimos afectados porque la construcción no ha sido tomada como actividad esencial. Todos estamos parados, no hay obras, excepto las que son de conservación o mantenimiento de obra pública, agua, drenaje y pavimento se toma como esencial, pero fuera de eso no tenemos permiso para hacer actividad en la construcción".
"Vemos un panorama muy difícil, un problema que se nos avecina. Se nos dijo que tenemos que pagar el 100% a trabajadores que tienen que estar en casa. Es algo que podemos hacer máximo por dos semanas, pero más de tres semanas dudo que una empresa pueda soportarlo".
¿Por último, qué hay de la Garita Otay 2?
"No se ha hecho la compra de los terrenos todavía. Está ya el proyecto para hacerse, pero el gobierno federal tiene que hacer la compra, es una inversión muy grande", finalizó.
