Crediterreno, la nueva modalidad que lanzó el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), para que derechohabientes adquieran un terreno usando su crédito, tendrá poco impacto en Baja California, particularmente en Tijuana, ante la falta de tierra con la infraestructura y la certeza jurídica que pide el instituto, consideró Alejandro Jiménez, presidente de la Cámara Nacional de los Desarrolladores de Vivienda en Baja California (Canadevi).
Reconoció que la propuesta del Infonavit “es buena”, pero “el problema es la falta de oferta de tierra” que cumpla con las condiciones necesarias para que esos créditos sean otorgados.
“Lo que sí puedes encontrar son muchos fraccionamientos irregulares que venden los lotes rayados, que no cumplen con donaciones ni reglamento”, indicó.
“Entonces el Infonavit no va a poder otorgar esos créditos de esta venta de terrenos porque no te ofrecen certeza jurídica”, opinó.
Otro de los problemas que observa en esta nueva modalidad de Crediterreno, son los altos costos de la tierra en Baja California, por lo que muy pocos derechohabientes tendrán acceso a este beneficio.
“Si no hay dotación de infraestructura hacia los polos donde se puede desarrollar vivienda, vamos a seguir en el mismo casco de la ciudad desarrollando viviendas verticales y se va a encarecer”, apuntó.
“Al producir más tierra con infraestructura vamos a poder abaratar los costos”, reiteró.
“Los desarrolladores formales hacemos las calles pertinentes, las donaciones de áreas verdes, invertimos en la infraestructura como marca la ley. Cuando llegamos al punto de tener esa tierra ya dotada de todos los servicios, pagos de derechos e impuestos, llegamos a un punto en que son terrenos muy caros”, comentó.
Dijo que ya se trabaja con el gobierno del estado y municipal para encontrar soluciones de manera conjunta.
Adelantó que las autoridades locales planean dotar de infraestructura terrenos estatales o municipales y venderlos para enfrentar la demanda.
En este primer trimestre del año, el costo de la vivienda aumentó más que la inflación, por lo menos en un 15%, debido al precio del acero y el cemento