Tijuana. –Del 30 de agosto al 24 de septiembre, durante la primera fase del regreso a clases presenciales, las escuelas de educación básica que deberán atender el retorno fueron presentadas, se trata de un preescolar privado al igual que una primaria y secundaria de sostenimiento privado, y solo una secundaria pública.
La Secretaría de Educación de Baja California prevé el regreso a clases de alrededor de 22 mil estudiantes, desde preescolar hasta universidad, en la primera etapa de retorno a actividades presenciales.
Los planteles son los siguientes: el preescolar Instituto Anáhuac de Tijuana (privado), Instituto Ramiro Kolbe, primaria (privado), la Esc. Sec. Gral. No. 20 “Sindicato Alba Roja” (pública), Esc. Sec. Part. Instituto Colinas Kolbe, de nivel secundaria (privado).
En lo que respecta a media superior y superior, las primeras escuelas serán el Conalep Tijuana I (preparatoria pública), Instituto Cumbres (también preparatoria, pero privada), y las Universidades Tecnológica de Tijuana (pública) e Internacional de las Californias (privada).
El encargado del despacho, Gerardo Solís Benavides, indicó que se tomaron en cuenta 10 puntos para seleccionar la cobertura de localidades rurales, semirurales y urbanas, condiciones adecuadas de infraestructura, consejo de participación constituidos, planta docente completa, lavamanos instalado para el primer filtro sanitario, insumos de limpieza, cursos de capacitación del sector salud, centros educativos autorizados por la Secretaría de Salud, y condiciones de casos Covid-19 en cada municipio.
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Las escuelas están sujetas a cambios en caso de elevación de incidencias en sus comunidades por geolocalización de casos activos de Covid-19.
Sobre la petición a los padres de la carta de corresponsabilidad que deberán firmar para el regreso a clases, Solís Benavides indicó que el regreso a clases es una competencia de todos los involucrados
“Hay que ser sumamente responsables para decir mi hijo tiene síntomas, no lo voy a enviar y también muy responsable para enviarlo”, dijo el encargado de Educación, no es una manera de “desliarse para los organismos del gobierno, sino una forma de contabilizar quiénes continuarán de forma virtual sus clases y quiénes acudirán de manera presencial a los planteles”.
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