Tijuana.- La cadena productiva de la cerveza artesanal tuvo que enfrentar adecuaciones para seguir operando en medio de la pandemia por Covid-19. Las cerveceras adecuaron protocolos y los puntos de venta tuvieron que ofertar solo para llevar.

Pero la producción depende de varios ingredientes y uno de ellos es el lúpulo. Esta planta le aporta sabor y aroma a la cerveza.

Miguel Loza, residente del condado de San Diego en California, produce cosecha lúpulo para consumo personal y lo hizo durante varios años en el Valle de Guadalupe en Ensenada, para varios productores locales.

“Desde 2018 dejamos de trabajar en el tema de lúpulo en el valle de Guadalupe por una situación familiar personal, mi hija enfermó”.

En Baja California trabajó con cerveceros extranjeros y varios artesanales de Mexicali, Tijuana, Ensenada, Rosarito y San Quintín. Hoy solo da asesorías debido y su proyecto es seguir creciendo lúpulo en San Diego y quizá en un futuro crecer comercialmente en Estados Unidos.

Este tema de la pandemia para los agricultores es importante aunque no afecta a la planta. Debemos estar pendientes de que alguien se vaya a enfermar y sí tenemos que tomar precauciones.

Según comentó, en el condado de San Diego hay más de 150 cervecerías artesanales y los cerveceros comerciales obtienen su lúpulo del norte de Estados Unidos.

“Para empezar acá artesanalmente, con unas 1000 plantas, requiero más o menos unos 50 mil dólares. La realidad es que hacer crecer lúpulo es más por amor al arte que negocio, uno tiene que crecer al menos dos o tres hectáreas para tener ingreso”.

Explicó que el lúpulo en Estados Unidos tiene distintos precios dependiendo de la variedad y cantidad. Se puede vender por onza o libra.

“Un cervecero puede comprar una onza por dos, tres y hasta cinco dólares. Hay cerveceros comerciales y artesanales que pueden comprar una libra de cinco a 15 dólares más o menos. Por eso la producción tiene que ser alta para tener ganancias”.

Aunque en San Diego el lúpulo no es un producto con grandes productores, al menos existen 10 agricultores con los que tendrá que competir y mantener protocolos de sanidad para que su producción, cuando la retome, no se vea afectada.