Mexicali.- Organismos de la sociedad civil dedicados a la atención de migrantes, personas con adicciones, en situación de calle y demás, esperan tener un acercamiento con la próxima administración estatal y a trabajar juntos para la atención a los más necesitados, ya que el actual ha impugnado el Consejo Estatal de Actividades de Bienestar.
La mañana de ayer, diversas organizaciones sociales del estado y principalmente de Mexicali, en la que señalaron que antes del inicio de la presente administración, había alrededor de mil 400 asociaciones registradas, y hoy solo sobreviven 800, que se encuentran debidamente registradas.
Luis Millán, presidente del Consejo Estatal de Actividades de Bienestar, mencionó que alrededor de 600, organizaciones, de debido a que no han podido cumplir con los requerimientos que se les exigen, como es el cambio de uso de suelo, así como el dictamen de Bomberos, sobre todo para los albergues.
Comentó que la actual administración estatal impugnó la conformación del Consejo, que fue nombrado por sus antecesores, además el recurso legal fue realizado fuera de tiempo.
Una de los argumentos que ha esgrimido la actual administración federal y estatal, es que las organizaciones civiles eran corruptas, sin embargo, hasta ahora no se ha comprobado que algunas de estas se haya robado dinero.
Luis Millán expuso que es por lo anterior, busca un acercamiento con la actual administración, para trabajar en coordinación, ya que los organismos de la sociedad civil realizan las labores que el gobierno no realiza, a pesar que es su responsabilidad.
RESCATAN A TIRAPIEDRAS
El director del Hijo Pródigo, Santiago Raygoza, destacó que han rescataron a Alfredo, que al parecer sufre de sus facultades mentales, y que recientemente estuvo lanzando piedras a los automovilistas, que circulaban en el paso a desnivel del distribuidor vial, causando cuantiosos daños.
Mencionó que como Alfredo, que sufre un problema de adicciones, hay cerca de mil personas más deambulando por la zona centro, o en los cruceros de la ciudad, y que de noche, se resguardan en casas improvisadas que son construidas con materiales que van recolectando en la calle y que se denominan “ñongos”.
Muchas de estas personas son gente sin hogar, adictos, migrantes que al ser deportados por esta frontera, y que por tener algún mal de índole mental, recibían medicamentos en Estados Unidos, y que al dejar de recibirlos, su situación se ha agravado y por ello deambulan por la calle.
Destacó que actualmente hay sustancias más potentes en la calle, que hacen que los consumidores se pongan muy agresivos, como el caso de Alfredo, por ello es necesario el trabajo conjunto, ya que él no puede ir a la cárcel, ni tampoco lo puede recibir el hospital siquiátrico, porque no tiene espacio.