Karina Torres
Tijuana.- Decenas de personas, en su mayoría hombres, marcharon por la zona Centro de la ciudad hasta las instalaciones del Centro de Control y Mando (C2) de la policía Municipal de Tijuana, ubicada en la Zona del Río, para exigir un alto al abuso policiaco que, aseguran, han sufrido distintos sectores vulnerables de la localidad, como migrantes, personas deportadas y en situación de calle.
La marcha, organizada por la asociación Pueblo sin Fronteras, reunió a un grupo no mayor a 50 personas. La cita fue en las inmediaciones del café Enclave Caracol, ubicado en el andador turístico Puente México, en la Zona Norte de la ciudad.
“Estamos llamando a la conciencia en cuestión de la situación de los migrantes, de la gente en situación de calle”, afirmó Irineo Mújica, director de la organización Pueblo Sin Fronteras y quien encabezó la protesta.
“Se necesita un cambio, pero no hay voluntad política Hemos intentado hablar, también estamos teniendo reuniones con organizaciones para hacer propuestas no solo venir y quejarnos, sino cómo podemos contribuir en ese cambio que queremos ver para un(a) Tijuana mejor”, señaló.
Robo de pertenencias, detenciones arbitrarias y golpes durante el proceso de arresto, aseguró, son algunos de los principales abusos que han detectado, y documentado, que realizan los elementos contra los hombres y mujeres que detienen diariamente, por lo que, afirmó, continúan las reuniones para intentar establecer acciones concretas para que los elementos y mandos municipales tomen cursos de sensibilización. Sin embargo, a la fecha, indicó, no han visto resultados.
“Debería (de) haber una concientización de los altos mandos, porque yo me he dado cuenta que no es el policía. El policía hace lo que el alto mando le permite, y no hay voluntad política; mientras no haya voluntad política, no va a haber soluciones”, reiteró.
Con pancartas en mano y junto a dos de los integrantes de la asociación caracterizados como un juez y la muerte, simulando un elemento corrupto, los manifestantes recorrieron la calle Primera, en la Zona Norte de la ciudad, hasta llegar a las a oficinas de la división de Fuerzas Especiales, sobre la calle González Ortega, a un costado de la avenida Internacional. En el lugar, realizaron una recreación de las detenciones “arbitrarias” de las que han recibido denuncias.
Posteriormente, marcharon hasta las instalaciones del Centro de Control y Mando, en la Zona del Río, donde exigieron un alto a los abusos y una atención más humana hacia estos sectores.
Se necesita un cambio, pero no hay voluntad política
Irineo Mújica, director de Pueblo Sin Fronteras