Tijuana.- Era 1977 y por primera vez en su historia la ciudad celebraba su fundación. Un año anterior, durante el mes de octubre, el VIII ayuntamiento junto a una Comisión Dictaminadora, determinaron que la fecha oficial sería el 11 de julio de 1889.
Poco a poco, con el paso de los años, Tijuana creció con todos los viajeros que buscaban llegar a Estados Unidos, pero en ocasiones se quedaban para formar familia.
Eso ha traído un desarrollo que según datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía (Inegi), la convierte actualmente en la ciudad más poblada de México, con casi dos millones de habitantes ¿Cuáles fenómenos influyeron para lograr este estatus?
EL NACIMIENTO
Gabriel Rivera Delgado, representante de la Sociedad de Historia de Tijuana y del Seminario de Cultura Mexicana corresponsalía en Tijuana, explicó que es posible identificar cuatro episodios históricos de explosión demográfica.
“De acuerdo con los censos oficiales de población realizados en 1900, la ciudad apenas contaba con 245 habitantes. En el año 2000, en Tijuana vivían un millón 210 mil 820. Los mayores incrementos de población se manifestaron en las últimas tres décadas del siglo XX”, indicó Rivera Delgado.
El también representante de la Sociedad mexicana de Geografía y Estadística, dijo que todo inició en 1920 con la “ley seca”. Esa prohibición ocasionó la llegada masiva de turistas estadounidenses a Tijuana, donde se llevaban a cabo juegos de azar, apuestas, entretenimiento, y por supuesto, el consumo de bebidas alcohólicas.
En esa década la población aumentó de mil 28 habitantes a 11 mil 526, lo cual significa que se multiplicó 10 veces.
Posteriormente, tras la Gran Depresión y el final de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad ya contaba con 59 mil 592 habitantes.
Rivera Delgado también incluye al Programa Bracero, conocido en Estados Unidos como Mexican Farm Labor Program, con el incremento de población en Tijuana entre 1942 y 1964.
El programa, acordado entre México y Estados Unidos, consistía en recibir a 4.5 millones de mexicanos en Estados Unidos para trabajar en el campo sustituyendo a los norteamericanos que combatían en la II Guerra Mundial.
Al terminar el Programa Bracero, los mexicanos fueron repatriados a las ciudades fronterizas, y en 1965 el gobierno federal implementó el Programa de Industrialización.
Nació para dar empleo a esos deportados y las ciudades que se beneficiaron fueron Ciudad Juárez, Matamoros, Reynosa, Nogales, y por supuesto Tijuana.
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Así surgió la Industria Maquiladora de Exportación que hasta nuestros días juega un papel importante en la economía local.
Al finalizar esta década y en el desarrollo de los años 70, Tijuana ya tenía 740 mil 583 habitantes.
El historiador Gabriel Rivera ubica éste como otro de los periodos en los que la población creció exponencialmente, porque apenas 20 años atrás la ciudad contaba con 59 mil 592 habitantes.
“La migración hacia el norte continuaba. Las críticas condiciones de desigualdad en el sur del país siguieron expulsando migrantes hacia el norte. Hubo una gran oleada de migración indocumentada queriendo llegar hacia Estados Unidos”, contó por otro lado Juan Antonio del Monte Madrigal, profesor investigador adjunto del Colegio de la Frontera Norte (Colef), y docente en la Universidad Iberoamericana.
EL SISMO DE 1985 Y LAS TORRES GEMELAS
Ciudad de México, 19 de septiembre de 1985, a las 7:17 horas, conocemos la historia. Se registra un terremoto en la capital del país de 8.1 grados que cobra la vida de 40 mil personas y deja gran destrucción en esa ciudad.
Este fue otro de los factores determinantes que elevaron notablemente la población de nuestra ciudad fronteriza, coinciden los estudiosos consultados para este recuento.
Muchos habitantes de la capital del país llegaron para establecerse, explicó Del Monte Madrigal, quien además resaltó el surgimiento de discursos xenófobos en la comunidad tijuanense.
“No es que ahora con las caravanas migrantes nos dimos cuenta que somos una ciudad en donde también hay racismo, clasismo y xenofobia (...) el ejemplo violento más claro es esta frase de: ‘Haz patria y mata un chilango’. Estos discursos anti inmigrantes existían desde hace años aquí en Tijuana”, explicó el académico de la Universidad Iberoamericana.
Otro incremento en la población en Tijuana se dio tras la regularización de indocumentados mexicanos en Estados Unidos, porque esto motivó aún más a personas del centro y sur del país que buscaron ingresar al país vecino, señaló el profesor.
Pero a inicios del nuevo siglo, el atentado del 11 de septiembre en el World Trade Center en Nueva York modificó los métodos de seguridad en los cruces fronterizos, y se hizo más difícil llegar a los Estados Unidos.
“Las poblaciones de migrantes que intentaban cruzar empiezan a quedarse en la ciudad de Tijuana o empiezan a ser deportados en cantidades masivas. Esto se da en la época de George W. Bush, Barack Obama y Donald Trump. Y podemos pensar que de ser una ciudad de paso, (Tijuana) empieza a ser una ciudad de retorno”, puntualizó.
El profesor Del Monte cuenta después, como parte del crecimiento de la población fronteriza, la llegada de extranjeros que buscaban ingresar a Estados Unidos.
“Esto sucede a la par con el desarrollo con el industrial de la ciudad, (...) comienzan a llegar nuevas oleadas migratorias o flujos migratorios con características que no habíamos visto aquí en la ciudad de Tijuana. Me refiero a los flujos caribeños y centroamericanos”, detalló.
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EL FUTURO
A 132 años de la fundación de Tijuana, esa llegada masiva de personas parece ser uno de los retos que tendrán los gobiernos que vienen.
“Al día de hoy tenemos en los albergues de Tijuana, que están repletos, solicitantes de asilo en Estados Unidos centroamericanos. También tenemos desplazados internos por la violencia en los estados de Michoacán y Guerrero. Y también tenemos repatriados o deportados desde Estados Unidos. Todas estas poblaciones tienen una diversidad de necesidades”, puntualizó.
Según datos del Inegi, entre 2015 y 2020, solamente de migración interna, Baja California recibió a 211 mil 416 personas que llegaron principalmente de Sinaloa, Chiapas, Guerrero, Sonora y Veracruz, en ese orden.
Por el contrario, en el mismo periodo de cinco años, 89 mil 781 personas se fueron de Baja California.
“Según los datos del Inegi el 50% de la población de Tijuana no nació en la ciudad, lo cual nos constituye como una ciudad migrante”, destaca Del Monte Madrigal.
Otro reto a futuro, agregó, será administrar el crecimiento de una ciudad que no parece que se vaya detener pronto, aunque tiene sus propias limitantes.
“Sigue creciendo a un ritmo súper acelerado, ha parado. Ahora ya no solo está expandiéndose la mancha urbana, sino que está elevándose, está creciendo hacia arriba. Eso es importante porque ya no queda mucho territorio por habitar”, concluyó.
Tanto el historiador Gabriel Rivera, como el docente de la Universidad Iberoamericana, subrayan que el aumento de población en esta ciudad se debe en buena medida a su cercanía con Estados Unidos.
De aquellos 245 habitantes que vivían en las rancherías en 1932, seguramente ninguno se imaginó que 132 años después, esta frontera se volvería la ciudad más poblada del país con todos los problemas y atractivos que eso significa.
Hoy con certeza tampoco nadie sabe ni puede predecir lo que vendrá en las próximas décadas para la Tia Juana.