Crisstian Villicaña
Tijuana.- El docente y abogado, Ricardo Peñaloza, nos narra las diferentes experiencias que se viven el día de las votaciones, de las que los ciudadanos son testigos del cómo se destruyen y omiten votos y, pese a ello, prefieren callar por medio a represarías.
"Hay temor generalizado por el miedo al fraude y a denunciarlo; esto, debido a que se asevera que en 2006 y 2012 hubo robo de elecciones en contra de Andrés Manuel López Obrador. En ese sentido hay muchas prácticas que se dan el día de las votaciones con tal de afectar a algún candidato. Una de las más comunes es el "embarazo" de las urnas consistente en que al ingresar las boletas se depositan más de las correspondientes, tan burdamente que en ocasiones se contabilizaban más boletas de votos emitidos que las del total del listado de nómina correspondiente a determinada casilla", subrayó.
La anulación de votos es otra de las estrategias utilizadas. "Aquí se aprovechan de la ausencia de un representante de casilla que "defienda" los votos que emitieron a favor de su candidato, por lo que los oponentes anulan votos aprovechando esa situación. El robo de urnas, ya una vez cerrada la casilla y contabilizados los votos, se dice que los partidos políticos que no se ven favorecidos envían emisarios a hurtar las urnas y por último la famosa 'caída del sistema', en donde se informa de problemas técnicos en el conteo de votos, y una vez que son solucionados, el candidato que iba muy rezagado aparece a la cabeza de manera ‘milagrosa’. La policía también es participe; detiene sin causa alguna a los votantes identificados plenamente de la oposición y los retiene bajo alguna falta administrativa hasta el final de la jornada electoral. Nunca aparece el cajero para poder pagar la multa y que pueda salir libre", concluyó.
