TIJUANA.- Como estaba acordado con vecinos de la colonia Sánchez Taboada y el gobernador Jaime Bonilla Valdez, se inició ya la demolición de casas severamente dañadas, desde hace años, por hundimientos que en la zona provocó una falla geológica y obliga reubicar a las familias afectadas que demandan tranquilidad y seguridad.
Las maniobras con maquinaria dieron inicio, supervisadas personalmente por la Arq. Zulema Vázquez, delegada de la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenamiento Territorial (SIDURT, por sus siglas), en representación de la secretaria, Karen Postlethwaite Montijo.
En la primera jornada fueron demolidas dos de doce viviendas decretadas para el mismo procedimiento, de un total de más de 400 casas que, de acuerdo a la funcionaria, deberán ser derribadas en la zona declarada de desastre en la populosa colonia Rodolfo Sánchez Taboada, en el suroeste de Tijuana.
La destrucción de estos inmuebles tiene como objetivo prevenir y evitar que, al caer por movimientos geológicos, provoquen alguna tragedia en la que se verían algunas personas que acostumbran transitar por las calles donde están ubicadas; el deslizamiento del suelo se inició hace quince años, dijeron los vecinos.
A la fecha, la dirección de Protección Civil de Tijuana, cuyo titular es José Luis Rosas Blanco, tiene etiquetadas como de riesgo de caer, un total de 647 viviendas, de las que doscientas trece tienen etiqueta amarilla y otras cuatrocientas sesentiuno están etiquetadas con color rojo, explicó.
La delegada de SIDURT, Zulema Vázquez, expuso que desde el año 2016 en que la zona presentó daños en viviendas por la falla geológica, la situación en la que viven las familias es cada vez más grave y así lo hicieron saber al gobernador Bonilla Valdez, en la pasada Jornada por la paz, del sábado.
De momento, dijo, tienen autorización para demoler doce viviendas, siguiendo el protocolo apegado a la Declaratoria de Riesgo emitida por la Dirección de Protección Civil del Gobierno del Estado, el pasado 24 de diciembre, para agilizar la demolición de las viviendas y emprender un programa de reubicación de las familias que perdieron su patrimonio.
El desalojo tendrá que hacerse con el consentimiento expreso y firmado de quienes habitan en las casas ubicadas en la Zona de Riesgo, por lo cual las autoridades estatales consideran que tardarán tiempo en despejar el amplio polígono territorial, mismo que deberá ser acordonado para evitar que sea nuevamente utilizado o invadido por personas sin viviendas.
A las familias afectadas, la Secretaría de Integración y Bienestar Social de Baja California, que encabeza Laura Luisa Torres Ramírez, les serán entregados apoyos económicos de 3,500 pesos mensuales, para pagar renta de vivienda en otras colonias donde puedan vivir sin peligro, en tanto que se desarrolla un programa habitacional al que serán acogidas.