Tijuana.- Las denuncias por violencia de género en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) no se han detenido, ya suman 14 docentes sancionados y tres alumnos expulsados desde la implementación en 2020 de la aplicación digital “No más” para presentar denuncias e iniciar una investigación por parte de un comité universitario.
Además, cinco maestros renunciaron durante el proceso de investigación, 20 alumnos han sido suspendidos y entre el personal administrativo ha habido cuatro sanciones.
“En la universidad no se busca solapar a nadie, todo lo contrario, la política de nuestro rector es cero tolerancia contra la violencia de género”, dijo Antonio Rodríguez Berrelleza, coordinador General de Servicios Estudiantiles y Gestión Escolar en entrevista con El Sol de Tijuana.
Detalló que en la aplicación han recibido 228 reportes que han generado 140 casos porque muchos son coincidentes con la misma persona acusada, explicó el coordinador universitario.
“Estas situaciones han sido por violencia de género, cuestiones de discriminación y actos delictivos”, mencionó.
Tras la denuncia pública de Nayeli Cervantes, egresada de la facultad de Humanidades de la UABC, quien dijo que los maestros señalados solo fueron cambiados de facultad, Rodríguez Berrelleza afirmó que cuando un docente es suspendido ya no continúa laborando en la institución.
“Eso de que cambiamos a una persona de una facultad a otra persona es muy poco verídico, deberían de tener ciertos elementos”, añadió el coordinador General de Servicios Estudiantiles y Gestión Escolar.
Pidió a la comunidad universitaria interponer denuncias formales mediante la aplicación, donde puede ser anónima.
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Deben relatar los hechos con detalles para tener elementos en las indagatorias y así tomar acciones jurídicas y específicas.
Al cuestionarlo por maestros señalados por alumnos y alumnas que ya egresaron pero en su momento denunciaron públicamente, comentó que muchos casos solo han llegado hasta esa fase, sin una denuncia formal.
“Podrán aparecer unas personas en los tendederos. No significa que hacemos caso omiso, les pedimos a los de los directores que intervengan y que investiguen (...) Para verificar si hay una incidencia y llamar a cuentas a esta personas”, explicó.
“Descarguen el aplicativo y que lo utilicen si existe la necesidad, no se quede callado nadie”, recalcó.
EL COMITÉ
Cuando hay una denuncia, se hace llegar al Comité de Prevención y Atención de la Violencia de Género (Copavig), conformado por integrantes del Consejo universitario y presidido por los vicerrectores, quienes llaman a la víctima para exponer su denuncia y de igual manera llaman al señalado.
El Copavig, aseguró el coordinador Antonio Rodríguez, tiene un proceso y un reglamento establecidos que debe seguir.
Comentó que en ocasiones se ha malentendido el fin de esta estructura y las personas presentan denuncias de carácter laboral, lo que no es competencia del comité sino de otra autoridad, por lo que se les explica y canaliza.
“Los alumnos también a veces malentienden el caso de violencia de género, y por ejemplo, una alumna que se queja de otra porque le jaló el cabello, obviamente no es una violencia de género”, mencionó.
También dijo que hay casos de acoso cometidos por personas externas a la universidad, ya sea de otras universidades o ajenas a la actividad académica que ingresan y molestan a las alumnas.
“Esto lo manejamos como una clasificación de externo, y esos son los casos que hemos tenido más, (...) Lo que hacemos es canalizarlo porque si no son parte de la comunidad universitaria no podemos sancionar”, apuntó.
Por último, señaló que los docentes, el personal administrativo y los alumnos tienen derechos por su relación con la universidad, así que las acciones legales y los despidos por aparecer en un tendedero de denuncia son imposibles sin conocer los hechos o quién denuncia.
“Estamos en un estado de derecho en donde tenemos que verificar, porque de lo contrario, si no tenemos elementos, podemos caer en un acto ilegal”, puntualizó.
