Eliud Ávalos Matías
Tijuana.- La participación de las mujeres en la industria maquiladora se dio desde el origen de esta en los años 60. Prácticamente les tocó forjar con su esfuerzo el nacimiento de esa industria debido a que ocupaban 80% de la fuerza laboral y así fue hasta principios de los años 80 cuando empezó el declive, afirma la doctora Cirila Quintero, investigadora de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef). Hay una gran deuda social para las mujeres que trabajan en este sector productivo, dijo.
Sin embargo, con la apertura comercial y la reestructura de algunos sectores cuyas líneas de ensamblaje empiezan a modificarse por máquinas programables y sistemas robóticos, “empieza una disminución de las mujeres que son reemplazadas, y este tipo de empleos se convierten en una alternativa de trabajo para los hombres también. El porcentaje en el año 2000 cae hasta casi el 50% de la fuerza laboral en la maquiladora, y la otra mitad son hombres”.
A nivel nacional, de acuerdo con la investigadora, hay entre 400 mil y 500 mil mujeres activas en el trabajo de maquila. Sin embargo, desde el principio han enfrentado muchos problemas, porque fueron desplazadas de las áreas calificadas de la industria, y no les ponen trabajo de alta tecnología.
Al mismo tiempo, refiere la doctora Quintero, continúa con los roles asignados en la sociedad, como su rol de cumplir en el hogar, ser excelentes madres y compañeras en todo.
“Muchas veces se ha dicho que, debido a que las mujeres tienen que trabajar, han aumentado los índices de delincuencia, al no estar ellas con sus hijos, y esto no es verdad”.
Reconoce que, hasta cierto punto, se ha limitado la capacitación de un buen número de mujeres por cubrir estos roles, y mucho ha tenido que ver con los usos y costumbres de la misma sociedad mexicana.
“No solo es para la mujer de la maquila; la mayor parte de las mujeres que trabajamos tenemos un cargo social por tener que cuidar a nuestros hijos, y el problema fundamental reside en la urgencia de políticas sociales que apoyen. Se necesitan guarderías porque solamente 30% de las empresas tenían una en los centros de trabajo”.
Dijo que el cuidado de los hijos desde su nacimiento y durante toda la vida escolar los han solucionado las mujeres de manera individual, porque ni las empresas ni los gobiernos se comprometen a tener estancias en donde puedan dejar a sus hijos de manera segura.
Apuntó que muchas se asocian para cuidar a los hijos, y otras los dejan solos porque tienen que salir a trabajar.
MEJOR SOLAS QUE GOLPEADAS
“En la maquila la mujer ha sido muy estigmatizada. En los años 80, y parte de los 90, se decía que había muchas madres solteras y que la maquila estaba generando esta situación. Los testimonios de las trabajadoras apuntan a que muchas mujeres empezaron a vivir solas por la violencia intrafamiliar; preferían estar solas que golpeadas”.
Por tanto, asociar a las madres solteras y la industria maquiladora es un estereotipo. Esto, dijo, ha implicado una reconfiguración de la familia.
En su análisis señala que existe “una gran deuda social” hacia las mujeres que desde hace más de 50 años han sido una fuerza importante para la maquiladora debido a que requieren un salario justo y ciudades seguras para ellas.
“Las ciudades de maquila se enfrentan al problema de transporte público. La ausencia de una planificación en la frontera en transporte ha fomentando la violencia en contra de ellas, y a veces las ciudades se construyen más para la industria que para a quienes trabajan en ella”.
Refirió los casos, que calificó de tristes y dolorosos, como los feminicidios de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Anotó que, a partir de 2007, la maquiladora fue metida en un sistema conocido como Immex, y los datos señalan que la industria maquiladora tenía más de 943 mil trabajadores, y más de 54% son mujeres.
DATOS
- De acuerdo con datos del Inegi, la población ocupada, que gana hasta un salario mínimo, al cuarto trimestre de 2017 fue de siete millones 926 mil 332. De ese dato, 92 mil 17 son de Baja California, de los cuales 55 mil 504 son mujeres, y 36 mil 513 son hombres.
- En esos mismos parámetros, pero con dos salarios mínimos, Baja California cuenta con 368 mil 433 trabajadores; de estos 176 mil 699 son mujeres; y 191 mil 734 hombres. Con tres salarios mínimos en el estado, son 479 mil tres trabajadores; 177 mil 413, mujeres; y 301mil 590, hombres.
- Con cinco salarios mínimos, en la entidad hay 253 mil 74 empleados; 76 mil 958 son mujeres; y 176 mil 116 hombres. Con más de cinco salarios mínimos en Baja California, son 113 mil 425 trabajadores; de estos, 29 mil 42 son mujeres; y 84 mil 383, hombres.
-De acuerdo con estos datos, entre más aumenta la remuneración, baja el número de mujeres en la estadística. Hay otro segmento de población ocupada sin ingresos, en el que los hombres son cinco mil 559; y las mujeres, 12 mil 855. En la informalidad está más estos datos están más equilibrados, porque hay 118 mil 696 mujeres y 219 mil 534 hombres.
