Migrantes están siguiendo las mismas rutas que utiliza el crimen organizado para el tráfico de droga desde el continente Asiático y Africano hasta Tijuana, de acuerdo con Víctor Clark Alfaro, profesor en la Universidad Estatal de San Diego (SDSU, por sus siglas en inglés).
“Hay entre 13 mil y 24 mil personas que en este momento están transitando por esta ruta en dirección hacia el norte”, señaló.
Esto como consecuencia de las condiciones en sus países de origen: el cambio climático, la violencia y razones económicas, indicó.
Contó que llegan por vía aérea a Sudamérica, pasan por Panamá y después se van sumando migrantes de varios países del continente americano en su recorrido hacía el norte, incluso mexicanos.
El incremento en la llegada de migrantes asiáticos y africanos a esta frontera es porque el continente Europeo cerró sus puertas a la migración hace seis años y se recrudeció con la guerra entre Rusia y Ucrania.
“Por eso cambiaron su destino hacía Estados Unidos y Canadá, para pedir asilo humanitario”, añadió Clark Alfaro.
Por Tijuana están ingresando a Estados Unidos migrantes bajo el Permiso de Permanencia Temporal (Parole), cuando puedan comprobar urgencia humanitaria.
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Anticipó que este escenario del flujo migratorio va a continuar a largo plazo.
De acuerdo con las autoridades mexicanas han llegado inmigrantes de 120 nacionalidades, cuando antes de esta crisis migratoria solo eran 30; “este número se desbordó”, subrayó Víctor Clark.
Este año, la Patrulla Fronteriza cerrará con dos millones de arrestos de indocumentados del lado estadounidense, la cifra más alta desde el 2002, estimó.
Comentó que los conocidos “coyotes”, personas dedicadas al tráfico de personas, han sido sustituidos por el crimen organizado.
De igual forma lo que antes se conocía como “asalta migrantes”, ha sido sustituido por el “cobro de piso” para pasar por estas rutas, incluso por sortear el muro fronterizo de manera ilegal.
“El crimen organizado ha tomado en sus manos actividades de tráfico de personas, pero no controlan a los “coyotes” como sí sucede en otros estados como Tamaulipas”, puntualizó el académico.