Tijuana.- Un sangrado excesivo, dificultad para orinar, e infecciones y dolor son algunos de las secuelas que una cesárea puede dejar en general a las mujeres que la requieren por indicación médica, sin embargo, las adolescentes tienen un mayor riesgo de presentar estas complicaciones posteriores al alumbramiento debido a que la mayoría no lleva un control prenatal de su embarazo.
Partiendo desde que fisiológicamente el cuerpo de una adolescente no está preparado para el embarazo, la probabilidad de que una cesárea sea necesaria es mayor que en una mujer adulta, explicó el médico Joel Montoya, responsable del programa de Salud Sexual y Reproductiva de la Mujer en la Jurisdicción número 2.
“Entre los principales factores que las llevan a que tengan que requerir de una cesárea son: la estatura baja, que hará que la pelvis esté un poco más estrecha y no pueda salir el bebé, porque el cuerpo no se desarrolla completamente”, indicó.
Previo al alumbramiento, la embarazada adolescente tiende a tener más infecciones de orina y vaginales y otras por transmisión sexual, porque la mayoría no acude a la consulta de control de embarazo, y desconoce los cuidados que debe tener durante la gestación.
Estas infecciones complican no solo la salud de la adolescente sino también del bebé, “llegan a crecer demasiado (los bebés), cuando no se cuidan, por lo que es difícil que la madre desarrolle un trabajo de parto natural, incrementando las posibilidades de una cesárea”, precisó el doctor Montoya, especialista en Ginecología.
Y de igual manera, la posibilidad de futuras complicaciones en el corto y mediano plazo incrementa si la madre es adolescente, agregó el responsable del Programa de Salud Reproductiva en la Jurisdicción de Servicios de Salud número 2, Joel Montoya.
“El porcentaje de mujeres adolescentes que requieren de cesárea es mayor en comparación a la población mayor”, mencionó el médico, por los factores antes expuestos.
En el Hospital Materno Infantil (HMI), nosocomio a donde el Hospital General de Tijuana refirió a las mujeres embarazadas después de que el hospital civil fuera designado para la atención de pacientes con el virus Sars-Cov-2, de enero a octubre de 2020 se realizaron mil 264 cesáreas y dos mil 14 mujeres alumbraron mediante parto normal.
Del total de cesáreas registradas en los 10 meses evaluados al cierre del año, 26.74% fue necesario realizarlas en adolescentes embarazadas, lo cual equivale a 338 casos de enero a octubre, solo en el HMI, de acuerdo con las estadísticas compartidas por la Secretaría de Salud de Baja California.
Mientras que el total de nacimientos fueron tres mil 368 en el nosocomio dedicado a la salud de mujeres y bebés recién nacidos, fueron en los meses de febrero y marzo, el bimestre que más casos de cesáreas reportó, a adolescentes embarazadas de 15 a 19 años de edad, 22 y 35 respectivamente, por 14 y 20 partos naturales en esos mismos meses.
El médico señaló que sin duda para evitar más casos de cesáreas con complicaciones en adolescentes, se requiere en principio de la prevención del embarazo a una edad tan joven, o bien la difusión constante de la información para que las jóvenes se acerquen a la consulta y lleven un control adecuado de su embarazo, lo que les permite a los especialistas prevenir complicaciones a la hora del parto.
En lo que va del año 2020 en la entidad, los servicios de salud de la Secretaría de Salud han registrado cuatro mil 694 consultas por primera vez, en donde la mujer embarazada refiere tener 19 años o menos, una cifra que representa 32.41% del total de atenciones brindadas a las mujeres embarazadas.
Esta cifra, aclaró el psicólogo Giovanni Eduardo Ruiz, del Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Adolescente, es solo de las atenciones de primera vez, en donde se identifica a la paciente, sin embargo, son más las consultas que se brindan anualmente a las mujeres en gestación.
Otro de los factores de riesgo que con mayor frecuencia se presentan entre las embarazadas adolescentes está relacionado con las pocas consultas prenatales a las que acuden las jóvenes, en promedio son tres las consultas que acumulan las adolescentes durante los nueve meses de gestación.
Lo anterior es “sin duda una situación que compromete su salud y la del bebé, en las consultas de control podemos monitorear la salud de ambos, si no se acercan a la consulta, cuando llegan a la hora del parto se presentan las complicaciones”, expresó el médico.
A nivel federal, en 2015 se creó la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea), que tiene el objetivo de reducir el número de embarazos en adolescente en todo el país, con dos vertientes, reducir a cero los embarazos en niñas de entre 10 a 14 años de edad, y reducir en 50% la tasa de fecundidad en adolescentes de 15 a 19 años de edad.
De igual manera, la Enapea persigue la meta de la educación sexual integral para los adolescentes, difundiendo el respeto a los derechos humanos de los jóvenes, específicamente en los temas de sexualidad y reproductividad.
En el informe del 2016, la Estrategia Nacional reportó una tasa de fecundidad equivalente a 77 nacimientos por cada mil adolescentes que se encontraban en edades de 15 a 19 años de edad. Es así que de acuerdo con los censos de las instituciones de salud, aproximadamente ocurren al año 340 mil nacimientos en mujeres menores de 19 años.
En Baja California, la Enapea mantiene la prevención del embarazo en adolescentes en una disminución casi nula, puesto que desde el 2015 la estadística refleja que la tercera parte de los nacimientos ocurridos cada año tiene como madre a una adolescente menor de 19 años de edad.
No obstante, Giovanni Eduardo Ruiz informó que el porcentaje de las adolescentes menores de 19 años de edad que alumbraron en el concluido 2020 fue de 71.68%.
