Tijuana.- Se fue Arturo González Cruz, llegó Karla Ruiz Macfarland, abandonó el cargo de secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Jorge Ayón y ahora despacha Pedro Cruz Camarena, sin embargo, las cifras de violencia son prácticamente idénticas de 2020 a 2021.
De acuerdo con las cifras de la Fiscalía General del Estado de Baja California (FGE), en el año van contabilizadas 825 ejecuciones en Tijuana, mientras que en el mismo periodo de 2020, la cifra era de 833. Esto representó una disminución de apenas ocho muertes violentas.
El investigador del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), José María Ramos García, señaló que un año sí ha existido una evolución en el tipo de hechos violentos que se registran en esta frontera.
“Además de las diferencias numéricas, un aspecto a destacar es una mayor grado violencia en hechos y mayores afectaciones a menores y sus padres. De ahí la importancia de fortalecer acciones eficaces en materia de prevención, destacando el papel de la familia, su entorno y barrio”, apuntó el especialista.
El académico del Colef expuso que los gobiernos deben ser reactivos, preventivos e implementar estrategias, con el fin de abatir en el mediano y largo plazo los índices delictivos.
“Son trascendentales las acciones de procuración y reinserción social de sentenciados y la cooperación transfronteriza con Estados Unidos. El papel de la Guardia Nacional es clave, pero ha sido insuficiente. Requiere mayor coordinación con instancias locales y estatales”, agregó Ramos García.
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En la incidencia delictiva general, la FGE muestra que esta se ha reducido en 2%, en el último año, con crímenes como robo a casa habitación, presentando una disminución de 27%. Otros como el robo de vehículos y en vía pública, registran una baja de 6 y 13%, respectivamente.
En cambio, el atraco a negocio reporta un alza de 2%. De acuerdo a las estadísticas oficiales, Jardín Dorado y Zona Centro, son las áreas de Tijuana con más incidencia de este delito.
