Juan Miguel Hernández
Tijuana.- Residentes fronterizos continúan siendo objeto de abusos y agresiones por parte de agentes fronterizos al cruzar por las garitas internacionales, aseguró el representante del Comité de Amigos de San Diego, Pedro Ríos.
De acuerdo al activista, los ciudadanos suelen no denunciar los malos tratos de los agentes ya que consideran como algo “normal” el recibir agresiones verbales y físicas.
“De manera no oficial siempre llegan las quejas de insultos verbales o de comportamiento de poca profesionalidad por parte de los agentes. Lamentablemente la gente no suele presentar quejas de estos casos más allá de anécdotas que les sucedieron. Es parte de la cultura de CBP que le respalda la impunidad y permite el maltrato como algo de rutina”, manifestó.
Pedro Ríos recomendó que en cualquier contacto con agentes fronterizos, siempre anotar los nombres y características de los agentes, no mentir y pedir hablar con un supervisor si es que sucede un incidente desagradable.
Para el representante del Comité de Amigos de San Diego, a partir de que Trump tomó protesta como presidente de los Estados Unidos, se ha registrado un leve cambio en la actitud de los agentes fronterizos.
“Lo que sí hemos detectado es una actitud donde los agentes se sienten con más libertad de expresarse sobre sus obligaciones de inspeccionar a los usuarios, pero esta actitud también se ha notado en la Patrulla Fronteriza, tanto como a los agentes de ICE”, aseveró.
El caso más reciente de abuso contra algún usuario de la garita internacional es el de un señor que le decomisaron su camioneta porque fue acusado de transportar a una menor indocumentada por la garita de la Mesa de Otay.
“La menor es nacida en el estado de Georgia y aunque presentó documentos respaldando su estado como estadounidense, no le creyeron. Ahora estamos viendo cómo rescatar su camioneta para que no se la vayan a quitar. Lleva tres semanas sin ella”, concluyó.