Tijuana.- El sector inmobiliario es uno de los más prósperos de la ciudad de Tijuana. Es común ver edificios en construcción, venta de inmuebles y el desarrollo de ambiciosos proyectos de construcción en varias zonas de esta urbe fronteriza.
Sin embargo, este sector tampoco resultó ileso de los efectos de la pandemia de Covid-19. Tras varios años de crecimiento sostenido, a partir de marzo ha registrado una desaceleración en su ritmo de crecimiento, que desde julio parece que poco a poco recupera.
EN BUSCA DE INQUILINOS
Angelica Galván, es dueña de una casa ubicada en la colonia Xicoténcatl Leyva, que lleva rentando desde hace más de 15 años. Gracias a los ingresos que le deja ese inmueble, obtiene recursos que le sirven para el sostenimiento de su familia.
No obstante, este 15 de septiembre la inquilina que ocupaba su casa se mudará, ante la imposibilidad de seguir pagando los siete mil 500 pesos mensuales que cuesta la renta, debido a que le recortaron horas de trabajo en su empresa.
Ahora, Angelica busca desesperadamente a alguien que sea capaz de pagar el monto por el que renta su casa, en una de los contextos económicos más complejos de los que se tenga registro.
“Mi casa va a estar desde el 15 de septiembre, no sé si alguien esté dispuesto a dar lo que pido, mucho menos estoy seguro si tengo la posibilidad de pedir más por la renta”, comentó.
SECTOR INMOBILIARIO FUE AFECTADO
El presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarias de Tijuana (AMPI), Fernando Zamora Rubio, precisó que la reducción en la actividad es de por lo menos un 24%, en comparación con el mismo periodo de 2019.
“Ha sido un año que la pandemia nos ha afectado a todos los sectores de la economía. Se ha visto afectado en cuanto, hay una disminución y desaceleración en cuanto a operaciones que habíamos tenido de manera constante”, comentó.
Según datos de la Comisión Nacional de Vivienda, de enero a mayo pasado, se comercializaron tres mil 600 viviendas, que generaron una derrama para la ciudad de dos mil 600 millones de pesos.
Según el especialista, 53% de esos inmuebles fueron financiados con Infonavit; 44% con créditos hipotecarios y 3% con créditos Fovissste. Del universo de viviendas comercializadas, 56% son viviendas nuevas, en tanto que el 44% restante son usadas.
“La situación de la pandemia ha hecho que ciertas operaciones se vayan deteniendo. Se generó una incertidumbre en este mes de mayo, se hicieron estrategias que ha permitido que los números empiecen a registrar una recuperación en cuanto a las operaciones”, puntualizó.
Zamora Rubio, destacó que desde mediados de junio, cuando paulatinamente fueron abriendo sectores de la economía, se vio reflejada un alza gradual en la comercialización de bienes raíces.
“No son las operaciones que quisiéramos tener, si comparamos el año anterior, el año anterior, al mismo corte, eran cuatro mil 337 viviendas escrituradas”, apuntó.
Para el dirigente de AMPI en esta frontera, los bancos y las instituciones crediticias han jugado un papel fundamental en la paulatina recuperación del sector inmobiliario, gracias a atractivas tasas de interés que llegan al 7%, una cifra mucho más baja que años anteriores.
“Esto ha permitido que estos meses recientes vemos cómo se está volviendo a reactivar el mercado inmobiliario. Infonavit impulsa bastantes estrategias, hay bancos que hoy celebras una operación y empiezas a pagar después de cuatro meses. Los trabajadores inscritos en el Infonavit les pudieron blindar hasta seis meses dejar de pagar el crédito de vivienda, sin que tengas afectaciones en tu historial crediticio y eso ayudó a muchos derechohabientes para tener problema de falta de pago en sus créditos”, concluyó.