Después de dos sesiones de Cabildo fallidas por la controversia en el proceso para cambiar de sede entre un grupo de regidores y la alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero, este domingo finalmente se realizó la sesión se reanudó la sesión pero ese tema no fue incluido en la orden del día.
La sesión fue celebrada en la Sala de Cabildo de Palacio municipal que se encuentra en remodelación y allí continuarán sesionando.
Al ser cuestionada por qué no fue puesto sobre la mesa el cambio de sede, la alcaldesa dijo que decidieron no ponerlo en los puntos a discusión porque primero quieren desahogar los pendientes.
“Desahogamos esta sesión y para la otra vamos a determinar si lo hacemos en el zona este”, respondió.
El pasado viernes, Monserrat Caballero convocó a sesión extraordinaria en instalaciones de la delegación La Presa, pero 10 regidores no asistieron pues señalaron irregularidades al tratarse de un recinto externo que no fue puesto a votación en una sesión previa, como marca el reglamento.
La alcaldesa declaró que los regidores ausentes no habían ido porque no conocen el lado Este de la ciudad y no se quieren ensuciar los zapatos.
“Algún día llegaremos a la zona Este, todos juntos porque yo sigo yendo”, añadió la alcaldesa Monserrat Caballero, en una conferencia de prensa que ofreció tras la fallida sesión.
Dentro de los puntos de acuerdo discutidos este domingo sí estuvo la transferencia de dos millones y medio de pesos de la partida contra desastres naturales que pasaría a presidencia municipal para la gestión social, y fue votada en contra por la mayoría de los ediles.
La alcaldesa Monserrat Caballero explicó que buscaba ampliar el presupuesto en este rubro ya que solo cuenta con 400 mil pesos y el fondo para desastres tiene 18 millones.
Agregó que esta negativa no se trataba de una represalia por las recientes diferencias con los regidores.
“Yo lo atribuyo a su autonomía, yo lo respeto, siempre estoy con las mayorías, duele, pero no pasa nada porque se respetan las mayorías”, explicó.
Por otro lado el Cabildo aprobó desincorporar un terreno de dos mil metros cuadrados, propiedad del Ayuntamiento de Tijuana, para darlo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para la construcción de una subestación en Hacienda Casa Grande.