Enrique Sánchez/ El Sol de Tijuana
Tijuana.- La libertad de expresión en Baja California ha tenido varias etapas, desde los orígenes del Estado libre y soberano en 1953 hasta la fecha, en la que ha habido agresiones y asesinatos de compañeros de los medios informativos, que han dejado lecciones y enseñanzas que han generado una labor periodística más aguda, más sensata, pero también de unidad cuando se trata de luchar y defender el más sagrado de todos los derechos del hombre.
En las décadas de los 80 y 90 vimos caer abatidos por las balas a colegas por defender su derecho a informar, con relación a denuncias o señalamientos sobre actividades ilícitas, cuando en el país empezaron a tomar preponderancia los grupos del crimen organizado y el narcotráfico.
Pero la respuesta de los periodistas y la unidad de los medios de comunicación fueron tan fuertes, que hubo respuestas oficiales capaces de consignar a algunos involucrados, y así levantar una reacción social que logró atemperar las cosas de los delincuentes y orientó a los periodistas a tomar precauciones para publicar hechos criminales bajo el esquema de los datos oficiales.
Hoy persiste un mar de cambios que impactan la verdad en la información y sacuden a los medios, invadidos por la tecnología y las redes, donde han incursionado personas ajenas al ejercicio profesional, que publican sin fundamento noticias no comprobables y numerosas veces falsas.
Los periodistas de la entidad queremos trabajar libres de la amenaza, de la violencia, hacerlo con independencia y pluralismo para una sociedad que demanda cambios en un país sacudido por la corrupción, la impunidad, la mentira y promesas utópicas.
Demandamos medios libres e independientes con una sociedad abierta, progresista y con la libertad para determinar su destino, sin injerencias extrañas, tendenciosas, ideológicas ni religiosas.