Migrantes venezolanos que se encuentran en el gimnasio de la Unidad Deportiva Reforma, habilitado como albergue temporal, dijeron que su permanencia en esta ciudad se debe a la falta de recursos económicos para trasladarse a Ciudad Juárez o Matamoros.
Ante esta situación, piden ayuda para obtener recursos y poder seguir su camino de pedir asilo humanitario en Estados Unidos.
Andrés, de 32 años, llegó hace un mes deportado de Estados Unidos a Tijuana y contó que ha buscado trabajo en los alrededores del albergue, pero es difícil conseguir un empleo por su condición de extranjero indocumentado.
Comentó que les han dado trabajo algunos días en una fábrica de televisores, ubicada a 15 minutos caminando del albergue, sin embargo ya les avisaron que habrá una suspensión temporal de la producción con motivo de las fiestas decembrinas, a partir de este 17 de diciembre para regresar hasta enero. “No tenemos dinero, por eso seguimos aquí”, dijo.
Personal del albergue no autorizado para dar declaraciones mencionó que los migrantes han conseguido trabajo informal en los comercios de los alrededores.
El titular de la Dirección Municipal de Atención al Migrante (DMAM), Enrique Lucero Vázquez, informó en un comunicado que actualmente hay 129 venezolanos en el inmueble, y esto incluye 16 núcleos familiares, así como 12 connacionales.
El director indicó que el retorno de venezolanos a Tijuana desde Estados Unidos ha disminuido y en promedio hay 10 retornos al día, particularmente de hombres solos que en su mayoría no se quedan en Tijuana sino que se trasladan a otras ciudades fronterizas como Matamoros.
“Porque allá los están procesando de manera legal bajo las excepción del Título 42”, explicó.
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Desde el 2020, Estados Unidos cerró con esa medida las puertas de asilo humanitario argumentando restricciones de salud por la pandemia, y esas limitantes continúan vigentes, dejando solo la posibilidad de recibir este beneficio a aquellas personas que puedan comprobar un riesgo inminente.
Los solicitantes de asilo que cruzan sin documentos son expulsados a suelo mexicano y deberían llevar a cabo sus procesos fuera de Estados Unidos.
El pasado 16 de noviembre un juez federal de Estados Unidos determinó inconstitucional Título 42 pero actualmente hay un plazo de cinco semanas para que sea reabierta la frontera a las solicitudes de asilo, por lo que desde el 21 diciembre el país del norte estaría procesando a los solicitantes de asilo en lugar de retornarlos a México.