Crisstian Villicaña
Tijuana.-Ayer por la tarde, elementos de la CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos) lanzaron bombas de gas lacrimógeno a los migrantes que intentaron ingresar a Estados Unidos por la canalización del río Tijuana.
Eso provocó que los centroamericanos se retiraran por un momento del lugar debido al ardor que provoca dicho gas. Algunos de los migrantes en su huida, y antes de ella, lanzaron rocas hacía a los agentes fronterizos, quienes se vieron obligados a responder la agresión.
La presencia de helicópteros, el gas lacrimógeno y los centroamericanos corriendo por la avenida Internacional generaron tensión entre los conductores que por ahí circulaban. Al mismo tiempo, personas en situación de calle que suelen habitar la canalización se vieron obligados también a retirarse.
Estas acciones de los migrantes son para hacer presión al gobierno de los Estados Unidos, según comentan ellos mismos; sin embargo, esta intención, lejos de traer resultados positivos, terminó por agravar las pocas posibilidades de que obtengan asilo debido a que este comportamiento da pie a que Donald Trump rechace a la caravana migrante.
Entre los afectados hubo personas de todas las edades, incluyendo menores de edad; prensa, activistas, y observadores de derechos humanos también sufrieron las consecuencias del gas pimienta que fue lanzado por las fuerzas estadounidenses.
Tras el incidente, los migrantes permanecieron durante poco más de una hora en la canalización del río Tijuana para después ser escoltados por las policías federal y municipal a la unidad deportiva Benito Juárez.