/ viernes 15 de noviembre de 2019

[Video] Tandeo, nueva forma para utilizar el agua

La CESPT asegura que el Programa de Racionamiento de Agua Potable no se extenderá más allá del 12 de enero de 2020

Juan Miguel Hernández | El sol de Tijuana

Con un intermitente chorro de agua que sale de una manguera, Don Raymundo trata de llenar uno de los cuatro tambos que adquirió hace un par de días para garantizar el uso del vital líquido, durante las horas que le sea cancelado el servicio por la Comisión Estatal de Servicios Públicos (CESPT), como parte del programa de racionamiento que implementó la paraestatal desde el pasado 12 de noviembre.

Residente de Tijuana por varios años, conoce de la falta de agua en la frontera, por lo que permanentemente está en alerta para guardar de la sustancia, compuesta por dos átomos de hidrógeno unidos por enlaces a un átomo de oxígeno.

“Supe por los periódicos del tandeo, ya se me fue, pero se va a volver a ir y hay que tener reserva para cualquier cosa”, respondió, Don Raymundo, mientras sostiene una manguera.

La CESPT asegura que el Programa de Racionamiento de Agua Potable, no se extenderá más allá del 12 de enero de 2020, lapso en que el organismo pretende recuperar los niveles de la presa El Carrizo, que abastece a gran parte de Tijuana.

“No quisiéramos llegar a un nivel de estar de manera permanente así, es un programa temporal, para la cuestión de cómo vamos a distribuir el agua, la hacemos en ciclos de cada cinco días te va a tocar un día, que no tendrás el servicio”, explicó el director del Departamento de Obras y Mantenimiento Interno de la paraestatal, Rubén Villavicencio Álvarez.

Aunque es una medida transitoria, con fecha límite y meta establecida, el “tandeo” de agua representa un conflicto para la CESPT, pues significa ajustar el método de trabajo convencional que se utiliza para llevar el líquido a los hogares de Tijuana y Rosarito.

Foto | Ramón Hurtado

“Para la cuestión operativa es un dolor de cabeza, es un caos el aire, cada que vacías una línea de agua potable, el aire es un dolor de cabeza, porque genera fugas y sin número de problemas, a ningún organismo operador le gusta operar así, desafortunadamente las condiciones nos obligaron a operar así, los bajos niveles de la presa, la poca agua que nos puede llegar, que no nos alcanza para la población”, expuso el funcionario.

Más allá de enero de 2020, que marcará el inicio de la segunda década del nuevo milenio, la CESPT también busca con este tipo de programas de racionamiento, motivar el uso responsable del agua, y reducir el consumo doméstico de los residentes de Tijuana.

“Tenemos que continuar con una cultura del agua, donde la gente ya no demande lo que normalmente demandaba con prácticas más organizadas en cuanto a la demanda del líquido, no solo con políticas de restricción, sino políticas de ahorro, como puede ser que la gente riegue el jardín en la noche, tenemos que buscar manera de ahorrar agua, con mezcladoras de agua para lavar trastes, bañarnos en poco tiempo o incluso reducir los depósitos del escusado”, planteó Villavicencio Álvarez.

Las más beneficiadas del programa, serán las colonias localizadas en la periferia y lomas de la ciudad, que frecuentemente se quedan sin el servicio del agua, ante la complejidad de suministrar el líquido a sus hogares. Además, de que usuarios podrán ver un ahorro en el pago de sus recibos.

“El programa va enfocado a que esas colonias que se ven afectadas, no sean las de siempre, hagamos el esfuerzo para que le llegue el agua a las colonias, buscamos que podamos contar con agua en esos tanques principales y darle a la población que llega a tener hasta siete días sin agua”, agregó el encargado del Departamento de Obras y Mantenimiento Interno.

Foto | Ramón Hurtado

¿EMERGENCIA POR EL AGUA?

El investigador del Departamento de Estudios Urbanos del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), Alfonso Cortez Lara, señaló que el programa de “tandeo” implementado por la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana, representa un riesgo para la operación del organismo.

En coincidencia con lo expuesto por Rubén Villavicencio, este tipo de programas son complejos de ejecutar, dada la infraestructura habilitada para dotar del servicio de agua a Tijuana.

“Esto del tandeo es muy grave porque no es cualquier cosa decir ahí sí vamos a parar y reducir de manera forzada el consumo, Si tú tienes un tubo y una bomba con capacidad, se diseña para que la trabajes a esa capacidad, ni abajo ni arriba. Si la trabajas abajo, hay riesgo de colapso, hay riesgo de que las bombas truenen, no es así de sencillo de nada más métele menos agua al tubo. A la hora que lo hechas a volar le veo un riesgo, técnicamente es peligroso, puede generar costos operativos mayores, es muy fácil tronar una bomba que no la haces trabajar a su capacidad óptima”, detalló el especialista.

Cortez Lara, aseguró que antes de implementar el racionamiento de agua, la CESPT pudo haber recurrido a otras alternativas para garantizar el servicio de agua, como lo es hacer uso de fuentes de financiamiento y abastecimiento

“Desde varias perspectivas, este problema, si es que es un problema real de escasez, no tenía que haber llegado a este punto, porque tenemos fuente de financiamiento para infraestructura de agua potable y conducción suficiente.

Baja California es uno de los estados que más recibe financiamiento internacional para ese tipo de obra, para bombas, plantas de tratamiento, para redes de distribución de agua potable, en todas las ciudades. Ahora surge la duda porque estamos en este punto, es cierto que estamos en una situación de estrés hídrico natural, pero el tandeo tiene que ver con operación”, puntualizó.

El investigador del Departamento de Estudios Urbanos del Colef, aseguró que la alternativa de desarrollar la planta desalinizadora,

no debe ser la primera opción para resolver el problema de la falta de agua, ya que existen opciones más adecuadas como traer el líquido desde fuentes en San Luis Río Colorado y el área agrícola.

“Se había dejado de hablar de la planta, porque no es precisamente lo más idóneo, es una alternativa, pero no debería estar en primer término por los costos de consumo de energía y ambientales”, apuntó.

Otra estrategia olvidada por el organismo operador del agua, es el nulo aprovechamiento de las plantas tratadoras, ya que actualmente solo el 7% del agua que se utiliza en Tijuana, es tipo residual, en comparación con el 67% de Mexicali.

“Tijuana tiene toda esa ventana de volumen y además tenía financiamiento para una nueva planta de tratamiento. Ejemplos hay varios en Tijuana cómo utilizar el agua residual para abastecer ciertos tipos de demanda como el uso gubernamental. Sí es poca el agua, pero sí la tenemos”, agregó.

Para Alfonso Cortez las recientes medidas adoptadas por la CESPT tienen otro tipo de interés, adicional al del cuidado de agua, sin embargo, reconoce que lo complejo del uso del líquido en la frontera.

“Tampoco se vale crear una escasez inducida, cuando no se revisa a detalle cada una de las posibilidades de obtener volúmenes de agua, aquí y fuera de Tijuana. Sé que es difícil. Es una estrategia y política, en la pasada administración no se habló y ahora se toca ese punto, era algo que sabía de hace tiempo o es algo que no existe, es una de las dos y es algo que hay que ser cuidadoso y poner atención”, concluyó.


Juan Miguel Hernández | El sol de Tijuana

Con un intermitente chorro de agua que sale de una manguera, Don Raymundo trata de llenar uno de los cuatro tambos que adquirió hace un par de días para garantizar el uso del vital líquido, durante las horas que le sea cancelado el servicio por la Comisión Estatal de Servicios Públicos (CESPT), como parte del programa de racionamiento que implementó la paraestatal desde el pasado 12 de noviembre.

Residente de Tijuana por varios años, conoce de la falta de agua en la frontera, por lo que permanentemente está en alerta para guardar de la sustancia, compuesta por dos átomos de hidrógeno unidos por enlaces a un átomo de oxígeno.

“Supe por los periódicos del tandeo, ya se me fue, pero se va a volver a ir y hay que tener reserva para cualquier cosa”, respondió, Don Raymundo, mientras sostiene una manguera.

La CESPT asegura que el Programa de Racionamiento de Agua Potable, no se extenderá más allá del 12 de enero de 2020, lapso en que el organismo pretende recuperar los niveles de la presa El Carrizo, que abastece a gran parte de Tijuana.

“No quisiéramos llegar a un nivel de estar de manera permanente así, es un programa temporal, para la cuestión de cómo vamos a distribuir el agua, la hacemos en ciclos de cada cinco días te va a tocar un día, que no tendrás el servicio”, explicó el director del Departamento de Obras y Mantenimiento Interno de la paraestatal, Rubén Villavicencio Álvarez.

Aunque es una medida transitoria, con fecha límite y meta establecida, el “tandeo” de agua representa un conflicto para la CESPT, pues significa ajustar el método de trabajo convencional que se utiliza para llevar el líquido a los hogares de Tijuana y Rosarito.

Foto | Ramón Hurtado

“Para la cuestión operativa es un dolor de cabeza, es un caos el aire, cada que vacías una línea de agua potable, el aire es un dolor de cabeza, porque genera fugas y sin número de problemas, a ningún organismo operador le gusta operar así, desafortunadamente las condiciones nos obligaron a operar así, los bajos niveles de la presa, la poca agua que nos puede llegar, que no nos alcanza para la población”, expuso el funcionario.

Más allá de enero de 2020, que marcará el inicio de la segunda década del nuevo milenio, la CESPT también busca con este tipo de programas de racionamiento, motivar el uso responsable del agua, y reducir el consumo doméstico de los residentes de Tijuana.

“Tenemos que continuar con una cultura del agua, donde la gente ya no demande lo que normalmente demandaba con prácticas más organizadas en cuanto a la demanda del líquido, no solo con políticas de restricción, sino políticas de ahorro, como puede ser que la gente riegue el jardín en la noche, tenemos que buscar manera de ahorrar agua, con mezcladoras de agua para lavar trastes, bañarnos en poco tiempo o incluso reducir los depósitos del escusado”, planteó Villavicencio Álvarez.

Las más beneficiadas del programa, serán las colonias localizadas en la periferia y lomas de la ciudad, que frecuentemente se quedan sin el servicio del agua, ante la complejidad de suministrar el líquido a sus hogares. Además, de que usuarios podrán ver un ahorro en el pago de sus recibos.

“El programa va enfocado a que esas colonias que se ven afectadas, no sean las de siempre, hagamos el esfuerzo para que le llegue el agua a las colonias, buscamos que podamos contar con agua en esos tanques principales y darle a la población que llega a tener hasta siete días sin agua”, agregó el encargado del Departamento de Obras y Mantenimiento Interno.

Foto | Ramón Hurtado

¿EMERGENCIA POR EL AGUA?

El investigador del Departamento de Estudios Urbanos del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), Alfonso Cortez Lara, señaló que el programa de “tandeo” implementado por la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana, representa un riesgo para la operación del organismo.

En coincidencia con lo expuesto por Rubén Villavicencio, este tipo de programas son complejos de ejecutar, dada la infraestructura habilitada para dotar del servicio de agua a Tijuana.

“Esto del tandeo es muy grave porque no es cualquier cosa decir ahí sí vamos a parar y reducir de manera forzada el consumo, Si tú tienes un tubo y una bomba con capacidad, se diseña para que la trabajes a esa capacidad, ni abajo ni arriba. Si la trabajas abajo, hay riesgo de colapso, hay riesgo de que las bombas truenen, no es así de sencillo de nada más métele menos agua al tubo. A la hora que lo hechas a volar le veo un riesgo, técnicamente es peligroso, puede generar costos operativos mayores, es muy fácil tronar una bomba que no la haces trabajar a su capacidad óptima”, detalló el especialista.

Cortez Lara, aseguró que antes de implementar el racionamiento de agua, la CESPT pudo haber recurrido a otras alternativas para garantizar el servicio de agua, como lo es hacer uso de fuentes de financiamiento y abastecimiento

“Desde varias perspectivas, este problema, si es que es un problema real de escasez, no tenía que haber llegado a este punto, porque tenemos fuente de financiamiento para infraestructura de agua potable y conducción suficiente.

Baja California es uno de los estados que más recibe financiamiento internacional para ese tipo de obra, para bombas, plantas de tratamiento, para redes de distribución de agua potable, en todas las ciudades. Ahora surge la duda porque estamos en este punto, es cierto que estamos en una situación de estrés hídrico natural, pero el tandeo tiene que ver con operación”, puntualizó.

El investigador del Departamento de Estudios Urbanos del Colef, aseguró que la alternativa de desarrollar la planta desalinizadora,

no debe ser la primera opción para resolver el problema de la falta de agua, ya que existen opciones más adecuadas como traer el líquido desde fuentes en San Luis Río Colorado y el área agrícola.

“Se había dejado de hablar de la planta, porque no es precisamente lo más idóneo, es una alternativa, pero no debería estar en primer término por los costos de consumo de energía y ambientales”, apuntó.

Otra estrategia olvidada por el organismo operador del agua, es el nulo aprovechamiento de las plantas tratadoras, ya que actualmente solo el 7% del agua que se utiliza en Tijuana, es tipo residual, en comparación con el 67% de Mexicali.

“Tijuana tiene toda esa ventana de volumen y además tenía financiamiento para una nueva planta de tratamiento. Ejemplos hay varios en Tijuana cómo utilizar el agua residual para abastecer ciertos tipos de demanda como el uso gubernamental. Sí es poca el agua, pero sí la tenemos”, agregó.

Para Alfonso Cortez las recientes medidas adoptadas por la CESPT tienen otro tipo de interés, adicional al del cuidado de agua, sin embargo, reconoce que lo complejo del uso del líquido en la frontera.

“Tampoco se vale crear una escasez inducida, cuando no se revisa a detalle cada una de las posibilidades de obtener volúmenes de agua, aquí y fuera de Tijuana. Sé que es difícil. Es una estrategia y política, en la pasada administración no se habló y ahora se toca ese punto, era algo que sabía de hace tiempo o es algo que no existe, es una de las dos y es algo que hay que ser cuidadoso y poner atención”, concluyó.


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