Uriel Saucedo
Tijuana.- El problema de violencia que en los últimos años se ha incrementado en todo el país, así como en la ciudad de Tijuana, tendrá que trabajarse con estrategias que no pongan en riesgo la integridad y los derechos humanos de la ciudadanía, así como repensar la cuestión de prisión para todos los delitos, opinó el catedrático en derecho de la UABC, Abraham Cortez Bernal.
“Hay una puerta falsa que siempre nos han vendido, que es la mano dura en el derecho penal; pero la mano dura es intervención máxima del estado, el ejército en las calles, detenciones masivas y cuando las escuchamos pareciera que tienen sentido, porque se cree que van a detener a los malos, pero terminan deteniéndonos a todos”, explicó Cortez Bernal sobre el tipo de acciones que no son las óptimas.
Agregó que, el que se violen garantías trae consecuencias de todo tipo, en el caso del poder judicial, es un factor para que, la persona detenida termine siendo liberada por el abuso de sus derechos como ciudadano, y por otra parte, se tiende a detener a personas inocentes.
Detalló que, tampoco se trata de ser “bueno” con los delincuentes, sino porque se ha demostrado que las acciones represivas no funcionan y terminan atropellando las garantías de sectores de la población que no se encuentran involucrados en actos delictivos.
Por otra parte, indicó que será necesario aplicar una prevención preventiva, explicando que la prevención negativa es aquella que se caracteriza por ser intimidatoria, mientras que en la positiva se busca adherir a la sociedad al estado de derecho, provocando que comience a denunciar, evite ciertos hábitos y ponga atención en cuestiones como la impartición de valores familiares.
Asimismo, mencionó que, tener como estrategia llenar las cárceles, tampoco es algo funcional, por lo que se debería comenzar a apostar a lo que el mismo código penal contempla, dando como ejemplo las penas de semilibertad, en donde se interna a las personas de lunes a viernes, con salidas los fines de semana, con lo que cual se podría lograr una adecuada reinserción social.
Enfatizó que, una reinserción en aislamiento es lo menos funcional, dejando solo el aislamiento para los delitos más graves como homicidio, secuestro y violación, pero no para todos los delitos.