Daniel Ángel Rubio
El túnel descubierto ayer en inmediaciones del bulevar Aeropuerto está a unos 200 metros del primer pasadizo subterráneo usado por narcotraficantes que las autoridades encontraron en esta ciudad fronteriza.
Fue en 1993 y en ese momento la excavación estaba en proceso, ya muy cerca de tener salida en suelo estadounidense.
El inmueble está justo en la curva que llevar al entronque con el bulevar Bellas Artes, y está delimitado por una barda de varios metros de altura.
En el frente, sobre la puerta de metal, hay una vieja y pequeña notificación en la que se lee que el lugar está a disposición de las autoridades federales.
Sin embargo no tiene sellos de clausura, dentro hay al menos una caja de tráiler, y personas habitando el lugar.
Un hombre que vestía uniforme de una empresa de seguridad privada y limpiaba un auto estacionado en el sitio dijo a El Sol de Tijuana que cuidan 24 horas el lugar.
Y aunque otro hombre se asomaba desde una ventana sin cristal por donde se podían algunos lazos con pinzas para tender ropa, el hombre uniformado negó que hubiera personas viviendo allí.
“Tómales foto”, le dijo después de unos minutos a la persona que seguía la conversación desde la ventana sin decir una palabra.
Ésta no sería la primera ocasión que un inmueble asegurado y a disposición de autoridades federales tras la localización de un narco túnel es utilizado nuevamente.
