Azucena Uresti renunció el viernes a Milenio Televisión y se despidió del noticiero de televisión que conducía en dicha empresa, el cual logró situarse un escalón abajo de los informativos estelares de las cadenas abiertas en relevancia y penetración, aunque, políticamente, llegó a pesar más que Hechos y, en la actual etapa de En Punto, más incluso que el de Televisa. Lo que decía Uresti podía generar efervescencia en la clase política, mientras que hace rato Javier Alatorre dejó de importar y Enrique Acevedo jamás ha importado...
Siempre crítica, hasta la mordacidad, contra la 4T, sus simpatizantes ven felices su partida, mientras que los afines a la oposición se lamentan como si se marchara una versión femenina de Tom Brokaw. La evaluación de Uresti debe ir, sin embargo, más allá de esas visiones maniqueas. Azucena, indudablemente, le dio voz y pantalla a varios asuntos escabrosos, particularmente de seguridad, que ni siquiera, en su momento, Denise Maerker abordó en su espacio de Televisa. Sin embargo, la regia jamás fue crítica del crimen, sino únicamente de las autoridades. Fue amenazada por el CJNG, pero leyó al aire, meses después, una carta de los hijos del 'Chapo' Guzmán, rivales de esa banda criminal. Por eso, a diferencia de su compañero de televisora, Carlos Jiménez, también amenazado por la delincuencia, y ese sí firme y duro crítico de la delincuencia, Uresti se marcha con una cuenta brumosa en el manejo de esa información.
Quedará para siempre, como grosa mancha de su paso por Milenio, su actuar en el caso Debanhi, prestándose a difamar, en vivo y en directo, a la joven asesinada. Peor aún, cuando Mario Escobar, padre de Debanhi, exhibió un mensaje que Uresti, por error, le envió a él, donde ella misma juraba lealtad a la Fiscalía de Nuevo León "a pesar de todo el desmadre". Tras ello, no puede decirse que Azucena fue una periodista ni limpia, ni objetiva.
La oposición quiso sacarle renta política a su salida diciendo que fue "censura" y los comunicadores oficialistas arguyeron que se debe a que, desde el 5 de febrero, conducirá un nuevo noticiero matutino en Radio Fórmula, de tres horas, que reemplazará al de Óscar Mario Beteta en el 103.3 FM. Sin embargo, habida cuenta de que Ciro Gómez Leyva tiene un espacio matutino en esa misma empresa y no por ello ha dejado el que tiene de noche en TV, pareciera que la salida de Azucena va más allá de un asunto relacionado con las horas de sueño. Además, la exposición que da la radio no es, ni de lejos, la que se tiene en TV, aunque sea cable.
En un momento donde el rating del citado Gómez Leyva en Imagen está hundido y a Telemundo le hace falta un nombre de peso, luego de que Julio Vaqueiro no ha dado la talla, den por hecho que a Uresti no le faltarán ofertas para volver a la TV. Si no es ahora, será mañana...
Milenio Televisión sobrevivirá. Este pronóstico no es un anhelo personal, sino un mero diagnóstico. Ha sabido crear a sus estrellas y adaptarse a los tiempos que corran. Cuando Gómez Leyva se fue, en 2013, algunos decían que era el principio del fin, máxime cuando Televisa venía impulsando con todo a Foro TV e Imagen parecía despuntar como su gran rival con Excélsior TV. Es 2024 y Milenio Televisión ahí sigue, mientras Foro TV ahora es una suerte de escuela de conductores jóvenes para Televisa, ADN 40 no levanta por más que TV Azteca cambia a cada rato su programación, y han surgido nuevos jugadores, como Heraldo TV y El Financiero Bloomberg, en tanto otros, como Excélsior TV, se acabaron cuando el sexenio de Peña concluyó e Imagen se quedó sin dinero. Cuando Gómez Leyva se fue, tuvieron el experimento fallido de Carlos Puig, pero resolvieron ese tropiezo trasladando a Uresti de Monterrey a la Ciudad de México, para hallar una nueva ancla. Uresti todavía estaba ahí y ya tenían a quien, seguramente, le reemplazará como estelar y referente: Elisa Alanís.
En un momento donde los medios ya no puede cuadrar las cuentas sin el dinero del gobierno y los políticos, todos los propietarios quieren estar bien con los mandamases de turno, máxime cuando, como pasa ahora -y, a lo mejor, a eso se refería Azucena al decir "las circunstancias actuales"-, parece que el morenismo se quedará, mínimo, seis años adicionales
PES: Se rompió la alianza de Morena con el PES en Baja California. La encargada de anunciarlo fue Citlali Hernández, su mayor detractora en la esfera nacional del partido guinda. No es casual. Es una asunción de responsabilidad de Citlali, pero también una forma de constatar que representa a un sector de Morena que pesa más de lo que muchos creen y quisieran. El motivo de la ruptura no es otro que las declaraciones que hizo Jorge Hank, aludiendo, con bastante e inadecuado humor negro, a las fallidas estrategias del presidente Andrés Manuel López Obrador para controlar el crimen. Aunque la forma de expresarlas fue más cercana a uno de esos polémicos chistes de Platanito que a la de un político, nadie puede decir que el ingeniero faltó a la verdad. Sin embargo, su atrevimiento le costó un excelente acuerdo a su partido...
CAPITAL DEL NARCOCORRIDO: No extraña que Rosarito, de la mano de Aracely Brown, se haya convertido en la capital estatal de los narcocorridos. Primero, con el concierto de Natanael Cano. Ahora, con el anuncio de que Peso Pluma actuará en el Baja Beach Fest. Brown, cuya seriedad en el ejercicio de su cargo se sintetiza en el hecho de que su imagen oficial en redes es un fotomontaje de ella en traje de Star Wars, no tiene problema en darle cabida a todos los podridos que cantan esa basura ¿Y quién cree que salió a defender el concierto de Peso Pluma en una nota de Marinee Zavala para Telemundo? ¡Otro académico del Colef! En este caso, Vicente Sánchez. Qué raro que el Colef anda tan defensor de la narcocultura. Chicos de la DEA: Échense un clavado a las cuentas bancarias y propiedades de los académicos del Colef ¿Qué tal si pica la caña de pescar?... Supongo que los académicos no tienen problema en que revisen bajo sus alfombras ¿O si?
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