/ lunes 1 de abril de 2024

Expediente Confidencial / Caso Camila: ¿Y qué querían que hicieran en este país?

Camila, en caso de que usted no lo sepa, era una niña de 8 años que vivía en Taxco. Su desgracia fue ser vecina de Ana Rosa, una mujer treintañera que utilizó a su hija de 10 años -la menor de cuatro hermanos- para, fingiendo una amistad con ella, atraer a Camila hacia su casa. Les llevó semanas, pero, desgraciadamente, se ganaron lo suficiente la confianza de Camila y su familia como para que la dejaran ir a una supuesta albercada a la casa de Ana Rosa, el 27 de marzo. Camila jamás volvería a su casa. Y aunque, inicialmente, Ana Rosa negó que hubiese llegado a la albercada, los videos de una cámara de seguridad que apuntaba a la casa de la delincuente mostraron, primero, que Camila había ingresado y ya no salió; y segundo, que Ana Rosa y su cómplice, un taxista llamado José, quien era su amasio, habían sacado al poco rato un bulto en una bolsa de basura.

Pese a que ya la habían asesinado, Ana Rosa y José pidieron 250 mil pesos de rescate a los familiares de Camila, pero estos fueron a la policía y, videos en mano, exigieron la detención del taxista, quien confesó el crimen.

Ana Rosa tenía cuatro hijos, dos de ellos ya adultos y también taxistas, además de una adolescente y la ya citada menor. Ante sus vecinos fingía llamarse "Ale". El padre de sus cuatro hijos era otro delincuente, que fue asesinado a balazos, en 2019. Una fichita.

La autopsia determinó que a Camila le quitaron la vida estrangulándola. Así de crueles fueron sus verdugos. Pese a que los vídeos mostraban la culpa de Ana Rosa y José, el titular de Seguridad municipal en Taxco, Doroteo Vázquez, quiso culpar a la mamá de la víctima por su muerte, achacando una "falta de supervisión". Esa fue la gota que derramó el vaso. Vislumbrando que el objetivo era dejar impunes a Ana Rosa y sus cómplices, una turba de pobladores fue hasta la casa de la asesina, la sacaron junto al tal José y sus hijos taxistas, y los lincharon. Ana Rosa acabó muerta en unos minutos. El que a hierro mata...

En un país donde los delincuentes hacen lo que quieren, son siempre "presuntos" y reciben "abrazos" y "derechos humanos" ¿Qué querían que hicieran en Taxco con Ana Rosa? ¿Darle un abrazo? Benditos taxqueños que hicieron un poco de la justicia que tanta falta le hace a este país...

AQUÍ, TAMBIÉN: Y benditos también los taxistas tijuanenses que les dieron su merecido al par de hampones que pretendían asaltar, balear y además clavarle un picahielo al pobre empleado de un estacionamiento, por no darles el dinero de la caja. Esos "angelitos presuntos" también le habían cortado, una hora antes, los dedos a un taxista, en un asalto previo, sin importar que el ruletero tenía un hermano hospitalizado. Eso muestra que, contrario a lo que se afanan en decir los "defensores" de los "derechos humanos" -que siempre son solamente para los delincuentes-, el crimen NO está del lado de los pobres ¿A poco Camila, el empleado del estacionamiento o el taxista asaltado eran ricos? El crimen se ensaña con los de abajo y los hace sufrir. Siempre. Aplausos y mis respetos por su valor, para los taxistas justicieros...

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

Camila, en caso de que usted no lo sepa, era una niña de 8 años que vivía en Taxco. Su desgracia fue ser vecina de Ana Rosa, una mujer treintañera que utilizó a su hija de 10 años -la menor de cuatro hermanos- para, fingiendo una amistad con ella, atraer a Camila hacia su casa. Les llevó semanas, pero, desgraciadamente, se ganaron lo suficiente la confianza de Camila y su familia como para que la dejaran ir a una supuesta albercada a la casa de Ana Rosa, el 27 de marzo. Camila jamás volvería a su casa. Y aunque, inicialmente, Ana Rosa negó que hubiese llegado a la albercada, los videos de una cámara de seguridad que apuntaba a la casa de la delincuente mostraron, primero, que Camila había ingresado y ya no salió; y segundo, que Ana Rosa y su cómplice, un taxista llamado José, quien era su amasio, habían sacado al poco rato un bulto en una bolsa de basura.

Pese a que ya la habían asesinado, Ana Rosa y José pidieron 250 mil pesos de rescate a los familiares de Camila, pero estos fueron a la policía y, videos en mano, exigieron la detención del taxista, quien confesó el crimen.

Ana Rosa tenía cuatro hijos, dos de ellos ya adultos y también taxistas, además de una adolescente y la ya citada menor. Ante sus vecinos fingía llamarse "Ale". El padre de sus cuatro hijos era otro delincuente, que fue asesinado a balazos, en 2019. Una fichita.

La autopsia determinó que a Camila le quitaron la vida estrangulándola. Así de crueles fueron sus verdugos. Pese a que los vídeos mostraban la culpa de Ana Rosa y José, el titular de Seguridad municipal en Taxco, Doroteo Vázquez, quiso culpar a la mamá de la víctima por su muerte, achacando una "falta de supervisión". Esa fue la gota que derramó el vaso. Vislumbrando que el objetivo era dejar impunes a Ana Rosa y sus cómplices, una turba de pobladores fue hasta la casa de la asesina, la sacaron junto al tal José y sus hijos taxistas, y los lincharon. Ana Rosa acabó muerta en unos minutos. El que a hierro mata...

En un país donde los delincuentes hacen lo que quieren, son siempre "presuntos" y reciben "abrazos" y "derechos humanos" ¿Qué querían que hicieran en Taxco con Ana Rosa? ¿Darle un abrazo? Benditos taxqueños que hicieron un poco de la justicia que tanta falta le hace a este país...

AQUÍ, TAMBIÉN: Y benditos también los taxistas tijuanenses que les dieron su merecido al par de hampones que pretendían asaltar, balear y además clavarle un picahielo al pobre empleado de un estacionamiento, por no darles el dinero de la caja. Esos "angelitos presuntos" también le habían cortado, una hora antes, los dedos a un taxista, en un asalto previo, sin importar que el ruletero tenía un hermano hospitalizado. Eso muestra que, contrario a lo que se afanan en decir los "defensores" de los "derechos humanos" -que siempre son solamente para los delincuentes-, el crimen NO está del lado de los pobres ¿A poco Camila, el empleado del estacionamiento o el taxista asaltado eran ricos? El crimen se ensaña con los de abajo y los hace sufrir. Siempre. Aplausos y mis respetos por su valor, para los taxistas justicieros...

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com