/ martes 7 de noviembre de 2023

Expediente Confidencial | Galán, rival de Petro hacia 2026

La mayoría de medios mexicanos lo omitieron, infestados, como están, de editores ultraizquierdistas en sus secciones internacionales, pero, el pasado 29 de octubre, colombianas y colombianos le dieron una felpa, en las urnas, a su presidente, el "progresista" Gustavo Petro.

No es para menos. A Petro le está escurriendo pus por todos lados. Desde el financiamiento del narco a su campaña presidencial (¡pues con razón propone amnistía para los narcos!), hasta, en su más reciente desfiguro, los indicios de que podría ser un psicópata gobernando. Imagínense, en México se cuestionaba, y con razón, si Felipe Calderón gobernaba borracho o no. Bueno, pues Petro podría estar des-gobernando Colombia congestionado de medicamentos de uso psiquiátrico. No tiene nada de malo ser un paciente psiquiátrico, pero no se puede gobernar así

Petro llegó a las elecciones municipales y departamentales -equivalentes a las de gobernador- con el 32% de aprobación y un 60% de rechazo (Invamer, 12 de octubre de 2023)

Y la paliza fue contundente.

Merecidísima, también...

Pero que los bolsonaristas no brinquen de gusto. Solamente siete de las 32 gubernaturas departamentales fueron para la derecha químicamente pura -cuatro para el uribismo-. Los verdaderos triunfadores fueron los partidos centristas De la U, Liberal y Nuevo Liberalismo, que sumaron 15 gobernadores. El Pacto Histórico, coalición de Petro, y sus aliados, sumaron ocho territorios. Dos más fueron para independientes.

El mensaje es claro: colombianas y colombianos ya no quieren la vuelta de Uribe y sus minions, pero tampoco a un amigo de Maduro, del terrorismo global y del narco.

En pocas palabras, quieren moderación.

Sintomático lo de Bogotá, que sacó a la izquierda radical, enarbolada por su actual gobernante, Claudia López, para darle el poder al centrista Carlos Fernando Galán, de Nuevo Liberalismo, quien será el alcalde mayor desde el 1 de enero.

Galán consiguió 49% de los votos. Gustavo Bolívar, candidato de Petro, apenas el 19%.

El nuevo jefe de gobierno bogotano, de 46 años, es hijo de Luis Carlos Galán, quien fuese asesinado en 1989, cuando era candidato presidencial, por el narcotráfico, ese que tanto idolatran los "progresistas".

Carlos Fernando se convierte así en la mejor carta opositora para enfrentar a Petro en 2026, aún por encima de Federico 'Fico' Gutiérrez, alcalde de Medellín y preferido de la élite, pero sin su capacidad para atraer votantes centroizquierdistas

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

La mayoría de medios mexicanos lo omitieron, infestados, como están, de editores ultraizquierdistas en sus secciones internacionales, pero, el pasado 29 de octubre, colombianas y colombianos le dieron una felpa, en las urnas, a su presidente, el "progresista" Gustavo Petro.

No es para menos. A Petro le está escurriendo pus por todos lados. Desde el financiamiento del narco a su campaña presidencial (¡pues con razón propone amnistía para los narcos!), hasta, en su más reciente desfiguro, los indicios de que podría ser un psicópata gobernando. Imagínense, en México se cuestionaba, y con razón, si Felipe Calderón gobernaba borracho o no. Bueno, pues Petro podría estar des-gobernando Colombia congestionado de medicamentos de uso psiquiátrico. No tiene nada de malo ser un paciente psiquiátrico, pero no se puede gobernar así

Petro llegó a las elecciones municipales y departamentales -equivalentes a las de gobernador- con el 32% de aprobación y un 60% de rechazo (Invamer, 12 de octubre de 2023)

Y la paliza fue contundente.

Merecidísima, también...

Pero que los bolsonaristas no brinquen de gusto. Solamente siete de las 32 gubernaturas departamentales fueron para la derecha químicamente pura -cuatro para el uribismo-. Los verdaderos triunfadores fueron los partidos centristas De la U, Liberal y Nuevo Liberalismo, que sumaron 15 gobernadores. El Pacto Histórico, coalición de Petro, y sus aliados, sumaron ocho territorios. Dos más fueron para independientes.

El mensaje es claro: colombianas y colombianos ya no quieren la vuelta de Uribe y sus minions, pero tampoco a un amigo de Maduro, del terrorismo global y del narco.

En pocas palabras, quieren moderación.

Sintomático lo de Bogotá, que sacó a la izquierda radical, enarbolada por su actual gobernante, Claudia López, para darle el poder al centrista Carlos Fernando Galán, de Nuevo Liberalismo, quien será el alcalde mayor desde el 1 de enero.

Galán consiguió 49% de los votos. Gustavo Bolívar, candidato de Petro, apenas el 19%.

El nuevo jefe de gobierno bogotano, de 46 años, es hijo de Luis Carlos Galán, quien fuese asesinado en 1989, cuando era candidato presidencial, por el narcotráfico, ese que tanto idolatran los "progresistas".

Carlos Fernando se convierte así en la mejor carta opositora para enfrentar a Petro en 2026, aún por encima de Federico 'Fico' Gutiérrez, alcalde de Medellín y preferido de la élite, pero sin su capacidad para atraer votantes centroizquierdistas

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com