Ayer, el Partido Laborista ganó las elecciones generales del Reino Unido, con su candidato, Keir Starmer. Terminan así 14 años de gobiernos del Partido Conservador, una etapa que fue una pálida sombra de aquella comandada por Margaret Thatcher y John Major, que duró casi 18 años, entre 1979 y 1997.
De los 45 años que van de 1979 a la fecha, el Partido Conservador gobernó 32, interrumpidos por el paréntesis de los laboristas Tony Blair y Gordon Brown.
Sin embargo, Blair, mascota de Bush y Cheney, y su reemplazo, Brown, también de escasa estatura política, fueron laboristas 'only in name'. En contraste, con Starmer se atisba un gobierno que emule, en la época actual, al de Harold Wilson.
Pero nadie crea que Starmer va a ser un estadista impoluto. Se atisban sus cuerdas como marioneta de los banqueros y bolseros que patrocinan el "progresismo" caviar. Keir le dará mucho atole con el dedo a las minorías y clases trabajadoras, mientras se centra en los dos objetivos para los cuales lo sentaron ahí: uno, beneficiar al crimen y sus socios mediante políticas laxas en materia de seguridad y drogas; dos, ver cómo revertir el Brexit que tanto le molesta a esos banqueros y bolseros.
Por supuesto, también prepárense para ver a un gobierno británico envuelto en la bandera de Palestina, o más bien, en la de Hamas, abrazándose a la dictadura China y hasta dándole beneplácito como demócrata a Nicolás Maduro.
Más interesante es el arribo de Nigel Farage al parlamento.
Farage, corazón de la campaña por el Brexit en 2016, a sus 60 años es todo un búfalo político. Su partido, Reform UK, obtuvo el tercer lugar y se quedó a 2.8 millones de votos del Partido Conservador, con sus 4 millones de sufragios. Nada mal para un partido que, en 2019, tuvo 642 mil
La única razón por la que Reform UK, con semejante resultado, solamente tendrá cuatro congresistas -Farage uno de ellos-, es porque el sistema electoral británico está hecho para favorecer al establishment, siendo uninominal. Fíjense si no: el Partido Verde, con la mitad de los votos de Reform UK, obtuvo los mismos cuatro escaños. Ni qué decir de los Liberales Demócratas que, con 600 mil votos menos que Reform UK (3.4 millones) ¡tuvieron 71 escaños!
Channel 4, esta mañana, hizo un análisis y, si el británico fuese un sistema de representación proporcional, Reform UK tendría 79 escaños: https://www.channel4.com/news/uk-election-result-if-we-had-proportional-representation
Pero Farage va por el 'sorpasso'. Lo decíamos, en 2019, el Partido Conservador tuvo casi 14 millones de votos y el partido de Farage apenas 642 mil. Ayer, los conservadores sacaron 6.8 millones y Farage sumó 4 millones.
Por lo demás, los comentócratas del 'progresismo' caviar le verán cara de prócer a Starmer, pero su triunfo "arrasador", con 9.7 millones de votos, fue un resultado peor que los 10.2 millones conseguidos por su antecesor, Jeremy Corbyn, en 2019. Y Keir será como Pedro Sánchez, Sanna Marín, Matteo Renzi y otros inventos hechos desde las bolsas de valores. Los votantes que le dieron una mayoría absoluta sin oposición posible, pronto verán el bumerán que representó semejante decisión...
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