La razón por la cual llegó Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos queda, una vez más, de manifiesto, con su actitud frente al ataque a mansalva del régimen autoritario de Irán en contra de Israel. Esa razón es defender a las dictaduras y regímenes autoritarios del mundo, pidiendo que se les tolere, evitando que se les ataque, aflojándoles la soga o, de plano, fingiendo demencia y volteando para otro lado cuando cometen sus tropelías.
Para evitar que los ayatolás reciban su merecido, Biden le dijo a Israel que no apoyará ninguna respuesta a ese ataque, que la defensa ante el mismo ya fue "un triunfo" (sic).
Y no faltará el ingenuo que crea que Biden dice y hace lo anterior porque es un pacifista. Nada más alejado de la realidad. Su pacifismo termina en Ucrania y sus antecedentes lo condenan: salió de Afganistán para que el régimen talibán retomara el poder, aplastando a las mujeres; levantó las sanciones a Venezuela, dizque para que Maduro accediera a realizar elecciones libres... que, por supuesto, no se realizarán; y ahora dice que Israel no debe ir contra los ayatolás, que asesinaron a Mahsa Amini, entre otras muchas cosas que los medios proHamas no dicen, ni quieren recordar.
Los talibanes, la dictadura de Maduro en Venezuela y la de los ayatolás en Irán, violan, todos los días, los derechos humanos de mujeres, niñas, niños, personas LGBTQI+ y Biden los mima, los protege y pide "diálogo" con ellos ¡Ah, pero no sea Bukele en El Salvador, encerrando asesinos de las pandillas maras, porque ahí sí lo señalan con dedo flamígero! ¿Cuál es la diferencia? Que Bukele combate al crimen y lo ha eliminado casi por completo de su país, en tanto los talibanes, Maduro y los ayatolás son ALIADOS del crimen. Por eso, Biden los apoya. Quien no lo note, o finja no notarlo, o es un tonto, o es un cómplice.
El feminismo de las mujeres que acompañan a Biden en el poder, como su vicepresidenta Kamala Harris, o la congresista Alexandria Ocasio, alcanza para salir en Time diciendo que son muy sororas, pero guardan ominoso silencio cuando esos regímenes, tan amigos de sus patrocinadores, asesinan o reprimen mujeres. La vida de Mahsa Amini les importa cero. Para ellas, lo relevante es que todo mundo hable de Stormy Daniels y que Stormy vocifere lo más fuerte que pueda, que las elecciones de noviembre se acercan y hay que seguir en el poder, beneficiando mafias, faltaba más. El 'outfit' para salir en Time, hablando sobre lo mucho que defienden a las mujeres, con fotos tomadas por Annie Leibovitz, no se paga solo. Y en esa ecuación, pues Mahsa resta, no suma
En el mismo tenor anda ese cínico llamado Antonio Guterres, que preside la ONU pero, en realidad, trabaja como defensor oficioso de esos mismos regímenes. Guterres dice que el mundo no anda para guerras. Por supuesto, no le dijo eso mismo a Hamas cuando violó y asesinó mujeres y niñas, el 7 de octubre de 2023, en su ataque terrorista contra Israel. A los amigos, gracia, se sabe. Ya le demostraron que su agencia de refugiados en Palestina está infestada de terroristas de Hamas, pero Guterres tiene los ojos tan diminutos como su vergüenza.
Israel está lo suficientemente solo y, a menos que su gobierno se decida a morir matando, será cosa de tiempo para que Biden, Guterres y sus amigos del mal instalen un régimen que, además de prometer que jamás atacará a Hamas, haga una ceremonia para pedirles perdón por existir y se enseñe a niñas y niños israelíes a cantar 'Desde el río hasta el mar'. Si alguien piensa que es una exageración, basta con que voltee a ver el País Vasco y atestigue como ETA está a punto de gobernar. Lo bueno es que toda la izquierda caviar "progresista" de Biden, Guterres y compañía dicen que otros son los "fascistas".
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