Campante. Así salió el futbolista brasileño Dani Alves de la cárcel en Barcelona. Tras haber sido acusado por una joven de haberla violado, en un bar, a fines de 2022, el balompédico sujeto fue premiado por un juez, que le concedió libertad condicional a cambio de una fianza de un millón de euros. La condena para Alves, inferior a los cinco años de prisión, es indignante.
Cunde la ira en muchas mujeres de España y el mundo por semejante veredicto. Y en algunos hombres también. Fue un varón quien encaró, el viernes pasado, al futbolista, cuando fue al juzgado para firmar por primera vez. Lo que le dijo fue contundente: “Alves, tienes mucho dinero para violar y para pagar todo ¿no? Hay que matarte, desgraciado…”
Imposible no sumarse a tales palabras cuando uno se entera que, la misma noche que salió de prisión, Alves tuvo una fiesta en su casa hasta las 5 de la mañana ¿Qué puede ser más sinvergüenza que celebrar la impunidad?
Otro punto es que Alves fue un beneficiado más de la llamada 'Ley del sólo sí es sí', que, supuestamente y según el gobierno "progresista" del PSOE y la ultraizquierda, iba a proteger a las víctimas. Pero ese mamotreto jurídico solamente ha beneficiado a mil 233 agresores -hasta el 8 de marzo pasado-: https://okdiario.com/espana/numero-abusadores-sexuales-beneficiado-ley-si-si-irene-montero-9996751
En esa cifra aún no se incluye a Dani Alves quien, gracias a esa ley hecha por la citada coalición "progresista" e "izquierdista", tuvo más fácil salir de prisión (https://archive.is/Ie8WD#selection-2085.13-2089.1).
Lo de Alves se constituye en un pésimo ejemplo para otros poderosos en España o el mundo. Si allá donde, supuestamente, hay un poco más de estado de derecho, pasa eso, imagínense aquí. Además, aquí y allá hay demasiados pudientes a quienes les sobra un millón y demasiadas víctimas potenciales desprotegidas...
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