TIJUANA.- Fernando Olguín cumplió el viernes uno de sus sueños como pelotero, al debutar en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) con los Toros de Tijuana, en el primer juego de la serie contra Rieleros de Aguascalientes en el estadio Gasmart.
El lanzador tijuanense de 17 años se convirtió en el décimo tercer jugador nativo de esta ciudad que porta la casaca de Toros de Tijuana.
“Me sentí muy bien, fue una experiencia muy bonita y es una emoción muy grande que me cayó de sorpresa cuando en el bullpen me dijeron que me pusiera listo y a calentar para salir”, comentó el derecho.
Olguín salió a lanzar en la octava entrada con dos outs, al relevar al venezolano Jesús Pirela y aunque inició titubeante al permitir que dos corredores heredados le anotaran, logró retirar el tercio y se quedó para el octavo capítulo para colgar argolla sin contratiempos.
“Estábamos esperando que Pirela completara su segunda entrada de labor, pero se le complicó y Enrique Couoh, coach de bullpen, me dijo que me pusiera listo para entrar”, agregó.
Con dos outs en el octavo episodio y dos hombres en base, se abrió la puerta del bullpen y por ahí apareció la espigada figura del debutante, quien recorrió la distancia hasta la lomita hecho un manojo de nervios.
“La verdad si estaba muy nervioso sobre todo cuando entre del bullpen a la lomita, pero una vez que llegas al montículo se van quitando poco a poco los nervios”, explicó.
En su incursión en la LMB, su primer enemigo fue Tony Campana, quien le conectó sencillo dentro del cuadro y luego regaló base a Richy Pedroza para que se anotara una carrera de “caballito” y enseguida le volvieron a pisar el pentágono con un “passed ball” de su receptor Xorge Carrillo, antes de retirar con elevado a Michael Wing con elevado al central para cerrar la octava entrada.
Ya mucho más tranquilo se encaramó de nuevo al cerrito para la novena entrada y recibió sencillo de José Vargas, para luego agenciarse su primer ponche al abanicar a su paisano Ricky Álvarez y enseguida hizo lo mismo con Marc Flores y cerró dominando al mexicalense Cristhian Presichi con elevado al prado central.
“Fue una grata experiencia el haber sacado mi primer ponche y contra el paisano Ricky Álvarez”, recordó.
En Toros de Tijuana no hay “novatadas”, pero para Fernando Olguín tuvieron un detalle muy especial al designarle el número 41 para su casaca y hacerlo cargar la mochila de las princesas en la que transportan las golosinas para el bullpen.
“El primer día que llegué al estadio la casaca con el número 41 es la que estaba en mi vestidor, así que esa fue la que me tocó”, concluyó.
Los nervios ya quedaron atrás y la pelota con su primer ponche es parte ya de su colección y recuerdos de una noche en la que debutó en LMB frente a su señora madre y su hermana, quienes atestiguaron desde las gradas.
