¿Alguna vez has sentido que se te sube el muerto? Esta es una experiencia que muchas personas han vivido y aseguran es totalmente desagradable y aterradora.
Desde tiempo antiguos, se cree que este suceso está relacionado con demonios y fantasmas que te paralizan mientras estamos conscientes sobre nuestras camas. Sin embargo, los años de estudio y análisis han demostrado que todo esto tiene una explicación científica.
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En la medicina, esto se conoce como parálisis del sueño, que, de acuerdo con la clínica del sueño de la UNAM, consiste en un período de incapacidad para realizar movimientos voluntarios al inicio del sueño o al despertar ya sea durante la noche o por la mañana.
La parálisis del sueño está catalogada como un subgrupo de los trastornos asociados con el sueño REM; dentro del cual también se encuentran las pesadillas, sueños relacionados con alteraciones de las erecciones del pene y trastornos de comportamiento del sueño REM.
De acuerdo con la UNAM, la parálisis muscular se produce cuando el cerebro se inunda con el neurotransmisor acetilcolina, que suprime el tono muscular en todos los principales grupos musculares que no son autonómicos tales como el corazón, los intestinos y los pulmones, es por esto que a pesar de estar conscientes no podemos movernos.
Se atribuyen como causas externas horario de sueño irregular, dormir boca arriba, aumento de la ansiedad, uso excesivo de estimulantes, fatiga física, cambios significativos de la vida y algunos medicamentos.
Criterios y diagnóstico
La UNAM detalla que la parálisis de sueño se da en ataques que provocan un gran terror en el individuo ya que le es imposible reaccionar, moverse o gritar; lo que puede provocar ansiedad o depresión crónica, además de un malestar que puede influir en los hábitos de sueño y por ende, de manera recíproca, cronificar los ataques.
La UNAM da los siguientes criterios para el diagnóstico:
Gravedad:
- Leve: menos de una vez al mes.
- Moderado: más de una vez al mes, pero menos que una vez a la semana.
- Grave: al menos una vez por semana.
Duración:
- Aguda: un mes o menos.
- Subaguda: más de un mes, pero menos de seis meses.
- Crónica: 6 meses o más.
Según la clasificación de la ICSD (2005), la parálisis de sueño se puede dar en tres formas distintas:
- De forma aislada, en individuos sanos, presentándose generalmente al despertar
- De forma familiar, transmitida genéticamente y con desarrollo predormital
- Como síntoma dentro de la narcolepsia.
Como medida preventiva general, la UNAM recomienda tener buenos hábitos antes de dormir y cuidar las horas de sueño durmiendo entre 6 y 8 horas durante la noche.