México (Notimex).- Aunque el fenómeno del bullying hatrascendido por varias generaciones, el uso de Internet y las redessociales ha potenciado sus efectos y su alcance, y actualmente,junto con la educación en la familia, podría derivar en conductasde riesgo en quienes lo padecen, coincidieron expertos de laUNAM.
Para la psicóloga de la Universidad Nacional Autónoma deMéxico (UNAM), Yolanda Bernal, las personas más propensas a losefectos del acoso son los adolecentes, pues además de presentarcambios físicos, cognitivos y morales propios de su desarrollo, enocasiones caracen de atención y disciplina en casa y en lasescuelas.
Señaló que leer un libro o practicar algún deporte sonactividades menos frecuentes entre padres e hijos, dado que “yano existe el modelo tradicional de familia; ahora sonmonoparentales, uniparental, o poliamor. Es un transmisor devalores y si en la misma familia hay actos violencia, éstos sereproducen”.
La especialista indicó que el factor que más influye en losjóvenes son los medios de comunicación, de los cuales las redessociales han cobrado importancia especial en las relacionesinterpersonales, pues el aparato digital se convierte en un espejoque no refleja su imagen fiel pero le sirve para fingir.
Por su parte, la maestra en Psicología por la máxima casa deestudios, Concepción Zamora, dijo que gracias a las redessociales, el alcance de los abusos es mayor, dado que “laviralidad de fotos y videos ejerce presión en los jóvenes, unacto de burla o violencia llega a más personas”.
A su vez, el jefe del programa Call Center UNAM, FranciscoMartínez León, consideró que la información que circula endichos medios es violenta, pero debido a la frecuencia con la quese ven contenidos de este tipo, el fenómeno se ha normalizado.A la sociedad ya no le interesa su prójimo,nos estamos acostumbrando a la violencia diaria, y ganar likes yretuits por subir el video de una pelea; es lo que da popularidadentre los chicos”, aseveró. Puntualizó que “en elmomento en que para ti mismo lo que hace la otra persona no tegusta, hay que decir no; no tenemos que llegar a soportar un acosomás grande. Una mala interpretación de la realidad puede llevar asituaciones más graves”.