Itzel Segura
Tijuana.- Este fin de semana llega a todas las salas de cine en la República Mexicana “El Depredador” y es que desde 1987 este alienígena ocupa un lugar muy importante en la comunidad amante del cine, y después de su última entrega en el año 2010 no habíamos sabía nada más de este ser espacial, que han pasado 31 años desde la película original protagonizada por Arnold Schwarzenegger y ahora un equipo de soldados tendrán que enfrentarse nuevamente a este ser.
En pleno 2018 la palabra “nostalgia" debería tener un significado especial en el área de la cinematografía, como este factor que nubla el juicio de los espectadores y que Hollywood utiliza como herramienta para conseguir presupuesto y atraer a los fans a que vean películas solo para recordar viejas épocas; eso es lo que pasa con esta película que cubre las expectativas del “fan service”, pero no llega a igualar a ninguna de sus antecesoras.
Shane Black, a quien vimos en la primera película, ahora está como director de esta y nos presentó una historia muy alejada de las historia original, donde vimos a Arnold Schwarzenegger y es que todos los amantes del cine nos emocionamos al escuchar de la nueva película que se realizará este año, pero nuestra emoción cayó cuando nos enteramos quién era el hombre que estaría detrás de la producción, ya que su última película con un tono parecido dentro de la ciencia ficción no fue muy buena y sí, estamos hablando de Iron Man 3, Shane Black no ignora los acontecimientos de la película de McTiernan y solo termina citándolos un par de veces, dándonos una filme de comedia en vez de una película de la mezcla que ya conocemos como ciencia ficción y suspenso.
Creo que debemos de ser claros y tajantes desde un inicio y esta película está muy alejada al formato original y no por el género que nos presenta, que en sí ya ese es un tema muy importante, sino por su falta de argumentación en la trama, donde no sabemos el camino que tendrá esta en ningún momento, mostrándonos como si fueran dos películas muy distintas a lo largo de sus dos horas de duración, donde lo más rescatable es el primer actor en la introducción de esta.
Black nos presenta a un equipo de "soldados dementes” que son los rechazados por el ejército, después de haber ya servido a su país para defendernos de uno de los alienígenas más temibles que hemos conocido, junto a ellos está la doctora Casey Bracket, que ayudará a librarnos del este ser de otro planeta.
De los aciertos de este largometraje, sin duda fue la ambientación, pues estos lugares hacen que nuestro protagonista pueda resaltar en base a sus habilidades y nos presentan secuencias muy aplaudibles, además para los amantes del suspenso y terror gore (la violencia gráfica extrema) aquí hace un trabajo muy bueno, sin miedo a mostrar escenas así, generando un buen impacto con la audiencia, además que todas las escenografías presentadas, como las armas y las mismas naves, se sacan un rotundo diez.
Pero como todo lo bueno debe tener su contraparte, podemos hablemos de las actuaciones, que no brillan para nada, como Boyd Holbrook, quien es uno de nuestros protagonistas, en vez alguna empatía por su personaje lo sientes arrogante y no te importa lo que pase con él, y es lo mismo que pasa con la gran mayoría de los actores de la película; un caso en particular es el de Jacob Tremblay, este joven actor que es una de las nuevas promesas de Hollywood, aquí su potencial está rotundamente desperdiciado.
Otro de los puntos que se le debe de criticar a este largometraje es el área de efectos especiales o CGI, esas imágenes creadas por computadora, pues a lo largo del segundo acto de la película pareciera que les hubiera faltado presupuesto, dejándonos un mal sabor de boca.
En resumen, “El Depredador” llega a ser un filme palomero, en el cual puedes salir algo confundido o con un buen sabor de boca si ignoras todos sus detalles, sin embargo, no esperes una película de suspenso o terror, ya que lo sustituye con muchas escenas de comedia, y apuesta por ser un largometraje muy ligero, sin arriesgar mucho y con varias escenas de acción decentes, desperdiciando así la oportunidad de revivir la saga.
