Tijuana.- El Conjuro (2013) impactó por su tétrica forma de narrar las escalofriantes historias de la pareja Warren.
En la segunda entrega apareció por primera ocasión Valak, el demonio disfrazado de monja que desafió la religión y aterrorizó por su peculiar aspecto.
La Monja tuvo tal aceptación que en 2018 llegó a la gran pantalla y este año se presenta la segunda entrega de esta historia que se añade al universo cinematográfico del Conjuro.
La Monja ll se centra en Francia. Se genera una investigación por parte de la iglesia después de la misteriosa muerte de un sacerdote.
Se adentra en los orígenes del demonio y revela pistas para derrotar definitivamente al demonio.
La primera mitad de la película navega entre un mar de ideas que posteriormente desarrollan sin mucho sentido. Los protagonistas resuelven los conflictos que se presentan sin mucha coherencia, pero algunos detalles fueron creativos y tienen puntos extras.
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En la segunda parte se aviva el terror con escenas que te despiertan del letargo, pero que no valen la pena toda la espera que tienes que hacer.
Al final sales de la escena una sensación agridulce de una película que pudo dar más de lo que al final entrega.