Los menores de edad que se ven obligados a trabajar, comienzan a hacerlo a partir de los 11 años y se desempeñan principalmente en labores informales como atendiendo en puestos sobre-ruedas, mencionó Laura Ochoa Garza, directora ejecutiva del Club de Niñas y Niños de Tijuana.
“Tijuana tiene la característica de tener una gran cantidad de mercados sobre-ruedas, entonces hemos encontrado que gran parte de los niños, por ejemplo durante las vacaciones, etcétera, se dedican a trabajar en puestos sobre-ruedas”, dijo.
Ochoa Garza añadió que en el “mejor” de los casos, hay menores que acompañan a sus padres en negocios propios, pero han atendido a otros menores que por ejemplo a parte de trabajar, viven en los mercados de abasto en donde están expuestos a diferentes tipos de violencia.
La directora de la asociación comentó que han observado que en Tijuana, en los últimos dos años ha aumentado el número de menores que trabaja de manera informal en las calles de la ciudad.
“Ahora han sido etiquetados por parte de la Procuraduría de Defensa del Menor hacía lo que es pobreza, entonces ha cambiado el rubro de tener una omisión de cuidados, que está el niño en calle en riesgo de muchos peligros, ahora resulta que es pobreza”, expresó.
Señaló que en México no existe un modelo de acogida, para dar protección a los menores de edad en estado de vulnerabilidad y que se exponen en diversos trabajos.
La directora de la AC añadió que aparte del trabajo económico, los menores también realizan labores domésticas y en muchos casos están encargados de sus hermanos menores.
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El club actualmente atiende alrededor de 200 menores entre los 6 y 19 años de edad, quienes acuden por la tarde saliendo de la escuela, reciben tutorías escolares, alimento y acompañamiento psicopedagógico.
