Crisstian Villicaña
Tijuana.- Para hablar sobre cómo "Alexi", un policía militar venezolano llegó desde su país a la Garita del Chaparral (Tijuana) a solicitar asilo político, hay que retroceder en el tiempo, para con ello entender por qué desde el 2014 las peticiones de refugio por parte de venezolanos, principalmente en países del continente de América, se han incrementado en un ocho mil por ciento; según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
VENEZUELA; UNA CAÍDA ESTREPITOSA
En Venezuela existía una hegemonía de dos partidos políticos, Acción Democrática (AD) y el Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), estos, relata José René Valdés Díaz en el texto "El sistema de partidos en la Venezuela actual. ¿Ruptura o continuidad del modelo tradicional?", fueron los causantes de comenzar a gestar un descontento social que se venía acumulando desde hace años y que tuvo erupción a finales de la década de los ochenta debido a su dominio, el cual era tal que controlaban las elecciones, procesos legislativos y organizaciones civiles, lo que terminó quebrantando la democracia, causando con ello dos intentos de golpe de Estado en 1992; uno de ellos protagonizado por Chávez.
Después de estos sucesos el país comenzó a vivir una necesidad de cambio, de actores como Hugo Chávez, quien asumiría la presidencia en 1999. Sin embargo, hubo fallos en la administración, una notoria militarización del país, expropiaciones, así como un mal manejo de la industria petrolera, una de sus principales actividades económicas, hicieron que se incrementara la inflación, así como la deuda externa; en las calles, comenzaba a faltar el aceite, azúcar, harina de maíz, harina de trigo, medicamentos; todo esto a mediados del 2010.
Para el 2011 los grandes corporativos, los empresarios, comienzan a salir del país, ocasionando con ello falta de empleo; al mismo tiempo, nos platica un venezolano migrante que prefirió mantener el anonimato, la corrupción gubernamental era tal que el Estado omitía pagos de impuestos si los dueños de empresas llevaban personal para manifestaciones, en cambio, si se negaban, les incrementaban la mensualidad; "A quién te quejas cuando tu padre, el máximo cargo dice eso ¿qué se debe de hacer?" menciona con tono de resignación.
Para el 2014 la situación ya había explotado con manifestaciones, la falta de alimentos, medicamentos y una marcada represión militar hicieron que el descontento social fuera noticia a nivel mundial, fue entonces que muchos comenzaron a ser parte del éxodo venezolano que continua hasta la actualidad.
MIGRANTE INESPERADO
Después de leer que gran parte del problema venezolano se dio debido a la intervención militar en el ámbito político como económico, es difícil comprender cómo un policía militar terminó dejando a su esposa, también policía militar, y a su hijo de un año de edad para llegar a Tijuana, a la Garita del Chaparral con un sólo objetivo, conseguir asilo político en Estados Unidos, para luego traer a su familia.
"Alexi" es un hombre joven, menos de 30 años, de buen estado físico. En su hablar se nota determinación, pero es evidente su tristeza de recién llegado. La razón por la cual salió de Venezuela fue por la misma que muchos otros de sus paisanos, la falta de alimentos, medicamento, pero también otro factor, tal vez el principal, la inseguridad; la crisis no sólo trajo hambre, sino un Estado involucrado con el narcotráfico, haciendo que los asesinatos se pusieran a la orden del día, se hizo común matar por hambre, nos comenta, y a su vez, la policía y el mismo ejercito mantienen una lucha contra el crimen organizado, una en cual los elementos de seguridad no han salido bien librados ya que han quedado en medio del Estado y el narcotráfico.
"En mi país tuve una carrera policial de cinco años, pertenecí a una brigada de acciones especiales. En enero del 2018 mataron a un compañero de trabajo que hizo como el intento de salvar la ciudadanía y desde ese día nuestra carrera se convirtió en un remolino. Empezamos a ser perseguidos para privarnos de la libertad porque nuestro compañero tomó esa iniciativa y todos pertenecíamos a la misma institución, entonces como dicen 'justos por pecadores'; no soporte, fui a renunciar, no me la dieron y decidí salir, salí por Colombia en enero y casi seis meses después estoy aquí", narró.
A "Alexi" le tocó cruzar por varios países, en donde trabajó en distintos empleos para conseguir mantenerse, desde sacar arena del río, hasta cargar costales, casi siempre en lugares rurales. Acá llegó con 20 pesos, nos dice mientras hace guardia en la Garita del Chaparral, esperando a que concluya el día para la mañana siguiente obtener un número para ingresar a la petición de asilo; un proceso que puede demorar más de tres meses.
"En Venezuela hay KFC, Mcdonals, hay todo, y a la hora del cierre hay treinta niños luchando por la bolsa de basura para ver qué comen, Venezuela esta tirada, los buenos se han ido, ya los malos son más, a los policías nos matan a diario, ha habido 260 muertes policiales en mi institución; eso no lo vas a ver si no eres venezolano, allá limitan a los comunicadores, en manifestaciones matan a periodistas, intervienen sus labores, así de mal esta esto y no sale a la luz pública, son realidades internas de la dictadura que hay en el país", agregó.
En los últimos años, en lo que respecta a México, el número de solicitudes de Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias (TVRH) por parte de venezolanos se incrementó de manera notable; mientras en el 2014 las tarjetas de este tipo apenas alcanzaban las 16, para el 2015 ya eran 47, en el 2016 un total de 181, 2017 con mil 649 solicitudes, para en el 2018 contar con la cifra de cuatro mil 179 peticiones; según datos del portal de la Secretaría de Gobernación.
A nivel Latinoamérica señala el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de cuatro millones de venezolanos se han presentado como refugiados y solicitantes de asilo; esto en los últimos años; siendo "Alexi" uno más de ellos.
"Tengo que aguantar aquí, no tengo otra opción. En mi país ya no puedo estar, es peligroso. Mi esperanza es entrar a Estados Unidos; hice unos amigos en el camino, ellos me dijeron que me pueden ayudar, espero así sea, mientras de aquí no me moveré hasta que me toque mi turno para la entrevista de asilo", finalizó.
LA LABOR DE LA ASOCIACIÓN CIVIL DE VENEZOLANOS EN BAJA CALIFORNIA
En el estado existe una asociación civil que si bien apenas busca constituirse como tal, lleva años apoyando a los venezolanos que llegan a Baja California en busca de establecerse en alguna ciudad como Tijuana o para intentar el asilo en los Estados Unidos.
"Tenemos cerca de diez años trabajando. Estamos viviendo la crisis en Venezuela y está llegando mucho venezolano desinformado y la gente se está aprovechando de la necesidad de ellos; la idea es organizarnos como asociación civil para legitimar nuestra agrupación".
"Ayudamos con la información para que se puedan mover, que no se dejen engañar por un pseudoabogado que diga que lo ocupan para un trámite de migración, es mentira, los tramites son personales y son muy fáciles", comentó.
Por último, precisó que una de las características del migrante venezolano es la profesionalización, indicando que la gran mayoría cuenta con licenciatura e incluso maestría, haciendo con ello que no todos busquen llegar a Estados Unidos, sino establecerse en países como México, regularizar su situación migratoria para desarrollar sus profesiones, como muchos venezolanos que dan clases en universidades, son abogados o cuenta con su negocio en Tijuana.
"Nosotros queremos ser una luz al final del túnel de todas estas personas. Queremos hacer el bien, queremos ayudar a los venezolanos, el índice de venezolanos en México ha crecido de una manera vertiginosa; lo queremos es tener el apoyo de las instituciones locales, que nos puedan ayudar tanto el Instituto Nacional de Migración (INM), a través de los diputados locales, donde podamos integrar a los venezolanos y su estancia sea más fácil", concluyó.
