Tijuana.- José suma tres intentos por cruzar ilegalmente la frontera en alrededor de 15 días, y está de nuevo deportado en Tijuana pensando "aventarse" una vez más.
Y es que las medidas del gobierno norteamericano para enfrentar la propagación del coronavirus convirtieron el regreso de migrantes mexicanos en una puerta giratoria, pero nadie verifica su estado de salud.
“No, no me revisaron nada (…) nomás nos detienen y nos sacan luego luego”, comentó José, mochila al hombro y cubrebocas.
Él salió con cinco migrantes más recién deportados por el paso fronterizo peatonal oeste que se encuentra cerrado al flujo transfronterizo regular ante la baja de cruces.
Dice que sí le preocupa el coronavirus, incluso más que la falta de empleo, por eso toma sus propias medidas de prevención.
“Sí preocupa, pero pues ellos no hacen eso que salga su gente bien para acá, y tampoco los americanos”, comentó.
A unos metros el resto de los connacionales deportados se reúnen para saber qué harán, y dan cuenta de la misma falta de revisiones de las que habló José, pero a ellos no les preocupa mucho.
“No creo en nada del coronavirus porque nunca he visto un caso”, mencionó uno de los migrantes que asegura lleva el cubrebocas puesto porque lo obligaron las autoridades norteamericanas que se los dieron.
Platican que intentaron cruzar por la zona montañosa este mismo lunes por la mañana, ahora es mediodía y ya forman parte de las devoluciones inmediatas que anunció EUA al menos desde el pasado 29 de marzo.
“Debido al Covid-19 las restricciones en la frontera de Estados Unidos son más fuertes que nunca. Todos los que intenten ingresar ilegalmente ahora serán expulsados”, publicó en su cuenta de Twitter la Oficina de aduanas y control Fronterizo (CBP, por sus siglas en inglés).