Cada paso que dan los integrantes de Borboleta México, es parte del esfuerzo y la dedicación que emplean en sus clases, en donde por medio de la música y el baile, encuentran un método de inclusión en la sociedad.
El grupo está formado por jóvenes con discapacidad intelectual y física, los cuales se sumaron a los talleres que imparte Borboleta, para lograr mejorar su motricidad y socialización.
“El grupo nació hace tres años por la necesidad que vimos en Tijuana de espacios de calidad para dar talleres inclusivos, nosotros creemos que el término de la inclusión está mal entendido, la gente lo asocia con discapacidad, cuando en realidad somos todos, parte abierta para la sociedad, trabajamos con seres humanos, con chicos”, explicó la cofundadora de Borboleta, Paola Casco.
En el grupo hay jóvenes con síndrome de down, asperger, autismo, microcefalia y espalda rígida, los cuales se unen con el ritmo de las notas musicales.
“El arte te brinda infinidad de cosas, nuestros talleres no son propiamente terapéuticos, son recreativos, pero al final les ayuda en la autonomía, cuestiones motrices, ellos se divierten en cuestiones de socialización, hemos visto avances en ese tipo de temas”, comentó.
Explicó que las actividades están diseñadas para que todos los jóvenes, sin excepción alguna, puedan realizar los pasos de baile, con base a su ritmo y esfuerzo, para luego compaginarlos en una misma sintonía.
“Nosotros encantados y felices de tener tiempo con ellos, es una cuestión maravillosa ver la sonrisa de los niños desde que entran hasta que salen. Estamos abiertos para que muchos más se sumen felices”, resaltó.
Para la bailarina, es necesario que más padres de familia de chicos con discapacidad, se animen a incluir a sus hijos en más actividades artísticas y culturales.
“Al final de cuentas hay que hacer campaña permanente de sensibilización, hay que seguir trabajando con los padres para que confíen en sus hijos y sepan que son capaces de hacer grandes cosas, debemos seguir trabajando en conjunto, yo creo que el éxito de Borboleta no es una persona, sino un cúmulo de personas, sociedad civil, gobierno y asociaciones civiles”, resaltó.
En el grupo de Borboleta, Karina Lara inscribió a sus dos hijas, de las cuales una tiene discapacidad, sin embargo, gracias al baile logró encontró una actividad que ambas pudieran compartir.
“Muy contenta para encontrar el lugar donde mis dos hijas comparten el gusto por el baile, sin importar la diferencia por la discapacidad que tiene una de mis hijas con la otra que no la tiene, en un lugar donde puedan estar integrados y puedan divertirse y expresarse por medio del baile”, comentó.
La madre de familia vio en su pequeña con discapacidad, grandes avances, sobre todo en su capacidad para seguir indicaciones y llevar ritmo de trabajo.
“Natalia al principio no se movía para nada, entonces al moverse empezó a encontrar sentido con la música y a expresarse con la música y a empezar a seguir instrucciones en el baile”, apuntó.
Karina exhortó a más padres de familia de chicos con discapacidad, a no limitarlos, e incluirlos en grupos artísticos y deportivos que mejoren su inclusión en la sociedad.
“El único límite somos nosotros, no debemos poner ningún límite a los hijos, mi hija entró de 5 años y es la más chiquita de grupo. No hay que limitarla antes de tiempo, no hay que tener miedo, hay que empujarlos para que vuelen”, concluyó.
Este mes de noviembre los jóvenes de Borboleta México presentaron su espectáculo de fin de año, luego de tres meses de arduo trabajo cada lunes y miércoles, en donde aprendieron a bailar a ritmo de Timbiriche, Salsa, Bachata y diversos géneros musicales.