Las autoridades mexicanas no están preparadas para afrontar las reducciones de agua del Río Colorado para abastecer al estado, consideró Rosario Sánchez Flores, investigadora senior del Texas Water Resources Institute.
“La pregunta es: ¿Estamos listos en el lado mexicano para asumir esos recortes? Y la respuesta es no, creo yo. Es muchísima presión, pero a lo mejor es la presión que necesitamos para que tomemos en serio la problemática”, dijo.
Añadió que ante la reciente tercera reducción a la cuota de agua anual que recibe el estado desde Estados Unidos, el gobierno mexicano está presionado a actuar ante la escasez y realizar proyectos para atender la sequía en la región.
“No vemos una reacción (a las reducciones), al menos no en la magnitud del reto ni del compromiso que está asumiendo México”, dijo Sánchez Flores, también directora del Foro Permanente de Aguas Binacionales.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos (CILA), firmó en marzo el Acta 330 para ampliar las medidas temporales y conservar el agua del Río Colorado dejando de entregar a México tres mil 700 millones de metros cúbicos.
Según el comunicado de la CILA, la medida se debe a los bajos niveles de almacenamiento en la cuenca del Río Colorado y el potencial de que los niveles en las presas del sistema desciendan a niveles críticos.
La nueva acta establece que México generará una reserva de 493 millones 396 mil metros cúbicos de agua entre 2024 y 2026.
Samuel Sandoval Solís, académico de la Universidad de California en Davis, señaló que los recortes a México son “significativos”.
Además, el 63% de los casi 494 millones de metros cúbicos que México ahorrará será para usuarios estadounidenses.
Para atender la escasez en la ciudad, Sánchez Flores mencionó que las autoridades deberían enfocar esfuerzos en el tratamiento y reuso de aguas residuales, así como contar con planeación urbana y captación de lluvia.
Sin descontar la mayor planeación en el sector agrícola y la búsqueda de opciones como la reconversión de cultivos.
“Hay que darle vuelta al agua, el problema es que no le estamos dando vuelta. El agua se usa y se tira en su gran mayoría y ese es el problema. porque siempre se ha tenido la gran dependencia al sistema del Río Colorado”, dijo.
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Añadió que hasta que el sistema sea estabilizado, los recortes continuarán para Baja California.