Dirigir la Orquesta Sinfónica Nacional de México en el Palacio de Bellas Artes ha sido significativo en su carrera, mencionó María del Consuelo Bolio Vera, docente de la Facultad de Música en la Universidad Veracruzana e integrante de la Dirección de Actividades Artísticas de la Secretaría de Educación de Veracruz.
Bolio Vera, originaria de Tijuana, se ha presentado en salas de conciertos muy importantes alrededor del mundo como en México, Polonia, Turquía, República Checa, Federación Rusa, República Popular de China, Costa Rica, Paraguay, Venezuela, España y Colombia.
La académica musical habló con El Sol de Tijuana sobre su trayectoria artística, desde sus comienzos al abandonar la ciudad por la falta de academias, hasta las dificultades que atravesó como mujer para llegar hasta el éxito en su carrera actual.
-¿Qué ha significado para su carrera dirigir la Orquesta Sinfónica Nacional en el Palacio de Bellas Artes?
Ha sido muy significativo por varias razones, mi carrera en un inicio se ha desarrollado como guitarrista, salí de Tijuana hace muchos años para estudiar música, ya que en ese entonces no había academia de guitarra.
Me desarrollé como guitarrista integrante de la Orquesta de Guitarras de Xalapa de la Secretaría de Educación de Veracruz como solista participando en algunos festivales, y la dirección de orquesta vino para mí mucho después.
Me interesaba desde hace mucho tiempo, pero no había estudiado de forma académica, tomé algunos cursos. Para mi esta actividad es algo relativamente reciente en mi carrera artística, aunque he tenido la oportunidad de dirigir, este concierto ha significado, hasta el momento, el más importante en lo que se refiere a la dirección de orquesta, una orquesta reconocida como la primera del país, en un espacio emblemático como el Palacio de Bellas Artes.
Para nosotros como músicos tenemos el Palacio de Bellas Artes como un referente cuando comenzamos a estudiar y estamos llenos de sueños. Nuestro sueño es tocar en Bellas Artes, incluso a mi me pasó por la mente en un principio, y quien iba a decir que no iba a ser tocando la guitarra sino que iba a ser dirigiendo nada menos que la Orquesta Sinfónica Nacional.
-¿Cómo surge el interés por la guitarra?
Desde niña, lo que sucedió es que en aquellos tiempos no había escuelas, no pude estudiar música desde pequeña, que es lo recomendable. A mi me regalaron una guitarra, recuerdo que sacaba de oído algunas melodías, y mis papás vieron que tenía cierto interés en la música.
Es una atracción que uno no puede evitar, si a mi me preguntaran si pensaría en cambiar de instrumento, pues no, es como una atracción difícil de explicar, es como cuando te encuentras con alguien y sientes que ya lo conoces.
-¿Cómo fue la transición de la guitarra a dirigir orquestas?
Fue precisamente en una presentación de la orquesta en alguna gira por el estado, le pedí a nuestro director si me dejaba dirigir una de las piezas que tocábamos, me daba curiosidad saber qué se siente estar del otro lado no solamente como solista. No continué con esa idea sino hasta tiempo después.
La dirección de orquesta ha ensanchado mi mundo en el sentido de que lo que veo en la dirección lo puedo aplicar a mis clases de instrumentos, en cómo toco la guitarra y las clases. Ha sido un complemento muy importante, cada día que pasa me enamoro más de la dirección de orquesta, pero no significa que dejaré la guitarra. Sigo dando mis clases de guitarra, aunque actualmente, y por cosas de la vida, la dirección me está jalando un poco más, y han sido cambios no inmediatos, pasó mucho tiempo entre uno y otro.
Retome la dirección hace como 7 años, tuve la oportunidad de forma fortuita, pensé que si a mi me gusta dirigir ¿Por qué no continúo? Después de muchos años comencé a pensar en la dirección como una extensión, como un complemento a mi formación, no solamente como guitarrista, sino como músico, porque es muy extenso y apasionante.
-¿Qué tan difícil fue abrirse paso en el mundo de la música como mujer?
Estamos todavía abriendo brecha, diría que hoy la mujer tiene una participación mucho mayor en lo que se refiere al campo musical como instrumentistas. Sin embargo, todavía es un porcentaje mucho menor en comparación con la participación masculina.
He sido afortunada porque he tenido oportunidades muy lindas, pero en algunas ocasiones he sentido cierta reticencia a lo que uno puede demostrar o compartir. En el campo de la guitarra habemos muchas menos mujeres que varones, pero ahora somos más de las que éramos hace veinte a treinta años, pero seguimos siendo minoría. Hay instrumentos en los cuales el interés femenino es un poco mayor como el piano o el violín.
El asunto de fondo es el animarse a estudiar música y encontrar oportunidades laborales, en ese sentido creo que es igual de difícil para hombres y mujeres.
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A veces uno se encuentra con ciertas trabas, aunque no lo digan directamente, como que no confían que puedas hacer un buen trabajo. Mi humilde sentir es también que este concierto que tuve oportunidad de dirigir en Bellas Artes muestra eso, que una mujer puede dirigir una orquesta importante y tener un buen resultado.
En el campo de la dirección hay estudios que hablan de la participación de mujeres, o al menos como titulares, no llega al 5%. Muchas veces en las temporadas de conciertos podrás ver un concierto dirigido por una mujer directora o dos de la totalidad, eso quiere decir que todavía falta.
Creo también que el día en que ver a una mujer en un puesto importante como directora o en grandes festivales musicales, no solamente de guitarra sino de cualquier instrumento, no sea novedad, creo que será el momento en el cual podremos decir que ya estamos en ese punto de equilibrio.
