Daniel Ángel Rubio
Tijuana.- La frontera México-Estados Unidos está llena de historias de migrantes, nacionales y extranjeros, que arriesgan todo buscando una vida mejor. La diferencia es que en este momento la política migratoria mexicana está en el centro de la discusión pública. En ese contexto, el académico Tonatiuh Guillén será el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM) en el siguiente gobierno federal. En una entrevista exclusiva, el doctor en ciencias sociales habló sobre la tarea que tendrá enfrente.
¿Por qué toma esta responsabilidad, y qué es lo primero que hay por hacer?
La dinámica migratoria es un asunto crítico de la nación tanto de mexicanos en Estados Unidos como de la migración en tránsito de Centroamérica. Segundo, hay una disposición muy positiva del presidente electo, de la futura secretaria de gobernación y del futuro subsecretario de derechos humanos y población, de cambiar la política migratoria por lo menos en dos direcciones: una de respeto irrestricto, pleno, práctico a los derechos humanos. Y número dos: traducir esa firmeza en todos los procedimientos y prácticas del instituto. Esa doble vía debe conducir a una modernización del instituto mismo, de sus tareas y sobre todo de su contribución a que los rubros críticos de la migración dejen de estar del lado donde los derechos son más amenazados, y por el contrario se convierta en una instancia de atención, servicios y protector de cualquier persona en las áreas que el instituto tiene sea nacional o de otros países.
En abril llegó una caravana migrante a Tijuana y podría llegar otra, ¿cuál será la política del siguiente gobierno con estos fenómenos?
Número uno evitando toda instrumentación o intento de regulación migratoria por la vía de la fuerza, por la vía de la contención y utilizando policía federal. Creo que uno de los principios básicos de la nueva administración será tener muchísima atención y cuidado de evitar ese tipo de iniciativas que en realidad no solucionan nada, pero sí complican. Además laceran las situación y la fragilidad de las personas migrantes. Eso cambiará y por el contrario se procurará una atención mucho más cuidadosa de las situaciones particulares de las personas. De ver si están, como parece que es el caso de la mayoría, en una condición que requerirían refugio y por lo tanto proceder a lo que dictan las leyes mexicanas e internacionales en esa materia.
Si la intención de estas personas es llegar a EU, ¿México será puente libre?
Efectivamente tenemos un flujo migratorio muy grande, especialmente desde Honduras, y es un flujo que tiene un origen forzado, obligado por razones de violencia, de inseguridad y de pobreza. Son situaciones muy especiales y en parte México debería ser un espacio que reconozca el refugio en los casos pertinentes como el mismo Estados Unidos. Todo ello, dentro de los procedimientos que los países ya tienen. La vocería y los gritos que ha hecho el gobierno de Donald Trump sobre este tema, hay que separar muy bien y distinguirlos, tener claridad de que eso es parte de su campaña electoral. Que es parte de una coyuntura donde está incitando a la xenofobia y al racismo, y no debiera ser un escenario que el gobierno mexicano comparta ni mucho menos entre en el juego. Sí tomar distancia de este tipo de actitudes.
AMLO dijo que el INM se trasladaría a Tijuana, ¿eso está en pie?
No tengo todavía el programa completo, pero el instituto tiene una estructura ya descentralizada. Es una institución que tiene presencia en todo el país, en fronteras, aeropuertos, puertos. Lo que falta afinar es su estructura directiva, que serán decisiones que se tomarán en las próximas semanas. Ahora no tengo muy claro ese escenario, porque está en diseño todavía y en construcción.
En redes sociales hubo aplausos por su nombramiento, pero también algunas críticas, ¿pudo leerlas?
No. He tenido una cantidad enorme de buenas comunicaciones, y para ser franco no me interesa. Acciones que de entrada son ignorantes y no saben de la materia.
