Tijuana.- La propuesta para recortar la jornada laboral en México ha vuelto al Congreso de la Unión, y luego de la pasada reforma que aumentó el periodo vacacional, se está convirtiendo en la discusión principal entre patrones y legisladores.
En el Senado, donde hay iniciativas aguardando ser dictaminadas al menos desde finales del año pasado, la Comisión de Trabajo y Previsión Social realizó un foro con representantes del sector empresarial y sindical, en el que las posturas parecen muy claras.
El poder legislativo dice que se trata de abatir un rezago en derechos, mientras que la iniciativa privada, representada en esa reunión por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), afirmó que no hay condiciones.
“La propuesta se tiene que analizar de una manera objetiva, porque el impacto que tendría en la economía y en las empresas formales, debe ir acompañada de políticas que mejoren la productividad y el combate de la informalidad”, dijo Coparmex, según el comunicado de prensa del Senado
En Tijuana, mientras tanto, el comercio organizado y la industria maquiladora tienen una opinión muy parecida a la del sindicato patronal, mientras especialistas sostienen que es necesario encontrar el punto de equilibrio entre el beneficio del personal y la productividad de las empresas.
MÉXICO ESTÁ REZAGADO
México tiene un retraso de 30 años en mejoras laborales, entre ellas la reducción de las jornadas laborales que hoy es una de las más extensas entre los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), señaló Juanita Pérez Floriano, exsecretaria del Trabajo y Previsión Social de Baja California.
En Dinamarca, el país con menos horas de trabajo promedio, los trabajadores laboran mil 735 horas al año mientras que en México son dos mil 124.
Los horarios extensos afectan la productividad laboral, la calidad de vida y el estrés de los empleados. “Es necesario reducir las jornadas, evidentemente, por el bien de la salud”, apuntó Pérez Floriano.
De acuerdo con la OCDE lo más recomendable es tener dos días de descanso, preferentemente los fines de semana, por cada cinco de trabajo.
En países como Alemania e Inglaterra hay lugares que laboran cuatro días por tres de descanso.
De aprobarse la nueva reforma laboral en discusión, las empresa tendrían que reorganizar sus plantillas y actividades, señaló la también asesora en materia laboral.
Recordó que en México la mayoría de empresas son pequeñas y no todas cuentan con un manual de procesos para eficientar la productividad.
“No hay incentivos por parte del gobierno federal para profesionalizar los servicios o los trabajos que realiza una empresa mexicana, sobre todo las micro y medianas empresas, para poder aprovechar esas horas y ser más productivos”, indicó.
Como ejemplo, expuso, en una empresa familiar un trabajador suele tener varios jefes, según los integrantes de la familia, lo que puede traer instrucciones diversas y contradictorias en perjuicio de la productividad.
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“Deberán mejorar sus procesos al interior y no necesariamente aumentar su plantilla de trabajo", opinó.
Dijo que también hay otra realidad: las personas desean trabajar más horas para recibir un mayor salario.
“Porque necesitan más dinero, tenemos altos niveles de inflación, la vida cada vez es más cara”, subrayó la ex secretaria del trabajo en Baja California.
Consideró que la propuesta para reducir la jornada laboral se debe discutir entre trabajadores, empresas y gobierno para construir un consenso que al mismo tiempo permita a las empresas ser más productivas.
“No creo que exista un patrón que diga: Quiero más tiempo a mi trabajador en mi oficina sin ser más productivo”, apuntó.
COMERCIO NO LO VE VIABLE
Las micro y pequeñas empresas, en especial negocios familiares, serían los más afectados en caso de ser aprobada una disminución de días laborales en el país, consideró Julián Palombo Saucedo presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) de Tijuana
“Va a tener una afectación nacional, no nada más a nivel Tijuana (...) Complicaría la estabilidad económica de los comercios”, dijo.
Estas afectaciones se darían porque al disminuir la jornada laboral de los empleados, los establecimientos tendrían que contratar más personal.
“Habrá empresas que van a tener la capacidad para sostener el gasto adicional que esto implica, pero va a haber muchas que van a tener que desistir de esta posibilidad”, expresó Palombo Saucedo.
Señaló que en los comercios familiares los propietarios cuentan con una plantilla máxima de tres trabajadores.
“Les va a pegar muy fuerte, porque puede implicar cerrar un día o dos, dependiendo del horario que se aprobara una vez que esta Ley pase”, añadió el presidente de la Canaco-Servytur de Tijuana.
Estimó que los comerciantes no sólo comenzarían a cerrar sus establecimientos por más días, si no que algunos podrían llegar a reducir sus horarios por la falta de empleados.
Además de la cultural del trabajo en ciudades como Tijuana, donde gran parte de la actividad económica depende del turismo, Palombo Saucedo consideró que una reducción de los horarios laborales no sería posible.
“La dinámica y cultura aquí en la frontera es mantener los negocios abiertos durante toda la jornada laboral establecida para cada uno”, afirmó.
El líder del comercio organizado agregó que hay partes de la república donde el horario de operación de negocios varía por zonas e incluso hay ciudades que acostumbran cerrar durante el horario de comida o solo trabajar medio día, pero insistió en que no es el caso de esta frontera.
“Aquí tenemos que estar abiertos por lo menos las horas pico, independiente de los giros que trabajan de noche (...) No pueden cerrar porque en el momento en que lo hagan, llega un cliente y eso es una pérdida económica”, agregó.
Palombo Saucedo consideró que los senadores deberían de realizar los estudios correspondientes de mercado, además de acercarse a las diferentes cámaras y organismos empresariales de todo el país.
Agregó que “la Ley Federal del Trabajo no hace distinciones entre los tipos de empresas, su tamaño, ni operatividad, por lo que de aprobarse una reducción de horarios laborales tampoco habría diferencias.
“Esto va a implicar complicaciones económicas para todas las empresas”, sentenció Palombo Saucedo.
En cambio, para quienes tienen una plantilla laboral mayor a 50 empleados estas modificaciones a la Ley podrían no ser tan graves.
Contarían con el personal suficiente para cubrir turnos sin necesidad de invertir en contrataciones extras y sus horarios de operación no se verían afectados, estimó.
MAQUILADORA VE OTRAS PRIORIDADES
La industria manufacturera y de exportación emplea en Baja California a 447 mil personas, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Después del sector de los servicios que genera 599 mil puestos de trabajo, es el segundo motor económico de la entidad.
Pero en la maquiladora la propuesta de ajustar la jornada laboral a cuatro días no resulta viable ni es una prioridad para atender en el corto plazo.
De acuerdo con el nuevo presidente de la Asociación de Industriales de la Mesa de Otay (AIMO), José Luis Contreras Valenzuela, estos temas deben ser ajenos a los partidos políticos y deben darle prioridad a las voces de los sectores económicos.
“Necesitamos más economía, menos política, y los partidos políticos hablan de lo que pueden venderles a ellos sin ver el efecto económico que puede tener. No me estoy desgarrando las vestiduras por esto, pero se debe ser consciente que no puedes estrangular la situación porque todavía no hemos superado muchos problemas que tenemos de atraso como para irnos por las alternativas fáciles y politiqueras”, manifestó.
El presidente de la AIMO, organismo de empresas maquiladoras que concentra a más de 80 mil trabajadores del área de Otay, pidió un análisis profundo de la propuesta aclarando que la industria maquiladora no estaría en contra, no obstante, no debe ser prioridad en este momento.
“Hay que analizarlo, hay que verlo, pero es muy fácil que alguien desde su curul lo suelte, alguien que esté totalmente desvinculado del área productiva. No nos opusimos al aumento salarial y en lo personal soy empático con la fuerza laboral. Si das salarios
dignos y una vida digna, vas a tener trabajadores más satisfechos y más productivos. Hay que distinguir entre el planteamiento político y económico”, añadió el también ex presidente del Colegio de Economistas.
Contreras Valenzuela opinó que reducir la jornada laboral tampoco se traduciría automáticamente en mayores beneficios para la clase trabajadora.
“¿Y cuál es el uso alternativo del tiempo? Que la gente trabaje en una empresa cuatro días y que se vaya a trabajar en otra tres. Tampoco le estás dando alternativa, hay que ver eso, a lo mejor vete por el lado de mejora salarial, mejora tecnológica, capacitación,
una serie de cosas que hay que trabajar antes de hacer un planteamiento de este género”, expuso.