Posible, la llegada de una nueva caravana

Tijuana representa un camino menos peligroso en comparación de otras ciudades de la franja fronteriza

  · miércoles 9 de enero de 2019

Uriel Saucedo

Tijuana.- A partir del anuncio por parte de la Secretaría de Gobernación acerca de la posible llegada de una nueva caravana a territorio mexicano, el director del Centro Binacional de Derechos Humanos (CBDH), Víctor Clark Alfaro, opinó que la posibilidad de que lleguen a Tijuana es porque representa un camino menos peligroso a comparación de otras ciudades de la franja fronteriza, pero pronosticó que podría ser más ordenada y en menor cantidad, si se compara con la pasada vez.

Foto de archivo

Destacó que Tijuana es un punto más seguro, además de que tiene que ver el hecho de que colinda con California, estado en donde existe un gran número de centroamericanos, sobre todo en Los Ángeles y San Francisco.

“Si hoy cruzan, ya anunciaron que tienen que presentar un documento de identidad, así como un estudio biométrico y el motivo de su viaje. Esto no significa que no podrán entrar, sino que tienen que cubrir requisitos, lo que quiere decir que la entrada de centroamericanos ya no será de manera desordenada y en masa”, afirmó Clark Alfaro.

Recordó que, en esta semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció mayores “trabas” para la concesión de asilo humanitario; por lo tanto, podría verse más saturado el sistema para la entrega de citas, siendo el tiempo de espera para presentarse ante la corte de migración en Estados Unidos de entre dos y cinco años. Debido a esto, se tendrá una población flotante y creciente en la región fronteriza.

Ante este pronóstico, señaló que el gobierno mexicano deberá implementar una serie de mecanismos para atender a la población que llegue, la cual viene en calidad de refugiados.

También, opinó que la caravana pasada sirvió al gobierno como lección para prepararse ante una situación de esta magnitud, además de que, según lo que se ha informado, el tema de los migrantes en la actual administración federal quedó en manos del Instituto Nacional de Migración (INAMI).