En seguimiento a las mesas de trabajo dadas a conocer por el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar y por la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, el día de ayer se dieron a conocer avances con los que planean contrarrestar el problema de agua entre ambas regiones.
Representantes de ambos países se comprometieron a ejecutar proyectos para mejorar el uso y flujo del agua tratada, tal como se acordó a través del Acta 328 que se firmó el 19 de julio del 2022, además de trabajar en el tema de descargas en las zonas costeras y playas de ambos países.
Esto especialmente en la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales de Tijuana (PITAR), la cual tiene una capacidad actual de tratamiento mil 100 litros por segundo (25 millones de galones por día) fija un costo de 1.62 pesos por metro cúbico para 2023, con proyección de incremento a 1.80 pesos por metro cúbico para 2032.
El titular de SEPROA adelantó que será en Mayo del presente año cuando se licite la nueva planta tratadora de San Antonio de los Buenos que se ubicará al sur de Playas de Tijuana.
Reconocen reducciones
La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, recordó que este año se tienen contempladas ya varias reducciones inminentes de agua para este 2023, y señaló que son varios los proyectos que se revisaron en la mesa de trabajo, aunque sin dar detalles.
“Hay reducciones inminentes que estamos ya contemplando y considerando, y pues trabajando en estos proyectos, muchos también de carácter internacional o binacional, pero que evidentemente requieren una fuente de fondeo”.
Ávila Olmeda reconoció que muchos de los proyectos que se revisaron en la reunión, los cuales se plantea presentar ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, no podrán ser costeados con recursos únicamente del estado.
En cambio, se está revisando la posibilidad de una fuente de financiamiento 50-50 con el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), además de que la iniciativa privada tenga una participación.
Para este año la cuota de agua que corresponde a Baja California por parte del Río Colorado, de 1 mil 850 millones de metros cúbicos, tuvo una reducción de 128 millones debido a la sequía que enfrenta la región, una cantidad equivalente al consumo de todo el municipio de Mexicali en un año.
