“Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”, reza el famoso dicho que ha pegado a la realidad actual y tendría que aplicarse al tema del agua.
En otros estados de la república, particularmente en Nuevo León, la crisis hídrica ya llegó y se han comenzado a implementar serias medidas de control ante la escasez del agua con restricciones en el uso cotidiano de la población.
¿Pero qué sucederá en Baja California en los próximos meses? Ante la temporada de verano, que llega tras una falta de precipitaciones y con mayor demanda en el consumo de agua, los organismos operadores tendrían que visualizar las estrategias a seguir.
LA POBLACIÓN CRECE
Baja California tiene tres millones 769 mil 020 habitantes, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Cuando el acueducto Río Colorado-Tijuana inició operaciones en 1982, la población del estado era de un millón 177 mil 886 personas. Es decir, en 40 años se duplicó este número.
En este sentido el presidente de la Asociación Mexicana de Hidráulica Sección Baja California, Leonardo Caloca Galindo, habló sobre la necesidad de establecer nuevas fuentes de abastecimiento de agua en la Zona Costa o fortalecer las ya existentes por la alta demanda que tan solo en la época veraniega crece 30%.
“Las fuentes de abastecimiento no han sido suficientes para cada año. Lo que sucede en la Zona Costa, es que el acueducto tiene 5.3 metros cúbicos por segundo. Las poblaciones van en aumento, se requiere más agua. Cuando la cantidad de agua no es suficiente todo se hace más crítico, va a ser más crítico hasta que no llegue una nueva obra”, comentó.
Caloca Galindo aseguró que en tanto no se creen nuevas formas de abastecimiento, ya que lleva algún tiempo aplicarlas, la solución a la mano para hacer frente a la escasez es la de los “tandeos”.
“Va a ser más crítico hasta que no llegue una nueva obra, como la desaladora, el uso de aguas residuales, más uso de los pozos. Pero lleva tiempo para poderse ejecutar, ahorita necesitarían estar operando ya. Ahora la tienes que estar repartiendo mediante tandeos esa agua, que a medida que pasa el tiempo es más común”, agregó.
El especialista indicó que de forma inmediata y urgente, está la opción de tomar la conexión de emergencia que se tiene con Estados Unidos, así como explotar los pozos del Alamar y del Río Tijuana.
“Existe ese mecanismo si en corto plazo está limitada el agua en el acueducto. Esa sería la oportunidad de tener más agua. No sacamos agua de esos pozos, son obras
locales que sí podemos realizar en corto plazo y negociar con los agricultores y esa negociación va a tener costo”, apuntó.
El presidente de la Asociación Mexicana de Hidráulica Sección Baja California recalcó que con el aumento de la demanda que se vislumbra en los próximos meses, la CESPT tendría que ejecutar una plan de mejora de infraestructura que refuerce el manejo del recurso con el que se cuenta.
“Se desaprovecha el agua en tomas clandestinas y el 19% a 20% agua no contabilizada que no se factura. Se requiere mucho control, medición, macro medición”, planteó en referencia al agua que se pierde en fugas.
Contrario a lo que sucede en Nuevo León, donde la industria se lleva gran parte del agua, indicó que en Baja California apenas representa el 10%, y por el contrario en el estado los agricultores del Valle de Mexicali son los que obtienen 80% del líquido que llega desde el Río Colorado.
“En la parte agrícola no hay ente que se encargue de hacer la eficiencia de riego. Es muy fácil pensar que se pierda el 60% de allá. Son los dueños del agua los agricultores y es un tema que no se toca. Pasan las décadas y no hay cambio, sobre todo en el manejo eficiente”, manifestó.
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LAS ALTERNATIVAS EN EL CORTO PLAZO
La Secretaría del Agua de Baja California y la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), no estuvieron disponibles para hablar sobre el plan para enfrentar el aumento de agua para este verano, mientras que los especialistas ven varias opciones y dificultades.
El bombeo de agua por el acueducto a la presa El Carrizo y Las Auras se ha tornado más complejo durante los últimos años por el alto costo de la energía eléctrica que representa para la administración estatal, planteó el director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), José Carmelo Zavala Álvarez.
“Por las crisis de bombeo y energía no se mantiene constante el bombeo en el acueducto y en el pasado tuvo una suspensión y ahora sigue siendo un conflicto. Una cosa es el sistema de bombas y el costo energético, no se ha mantenido hasta lo máximo y ese es un serio problema de abasto de Tijuana”, puntualizó.
Por la fragilidad del acueducto como principal fuente de abastecimiento, el especialista remarcó que cualquier daño en esta infraestructura puede ser “desastroso para el abasto”, pues ninguna otra opción como el agua de los pozos sería suficiente para la demanda de la Zona Costa de la entidad.
“Falta mayor definición en el reúso de agua, hay tecnología y hay plantas de operación con buen nivel de calidad. Para riego el agua tratada es buena, el agua de las plantas debería ser destinada al Valle de Guadalupe. El reúso debe ser visto como una nueva fuente de abasto e invertir más dinero para liberar agua de primer uso. El manejo y la gestión del agua no se ha visto con sustentabilidad y de largo plazo”, agregó.
Ante los años venideros, en los que se prevén más limitantes en el uso de agua, Zavala Álvarez aseguró que el consumo eficiente no es tan complicado, ejemplificando que existen sanitarios que requieren menos de dos litros de descarga, cuando los que siguen en uso tienen un gasto superior a los 20 litros.
“Estamos en una región semidesértica, debería de estar permanente la señal de alerta. California reduce el agua y nosotros decimos que hay agua. Deberíamos estar en una política semejante y estar en estado de alerta. No hacemos lo suficiente para hacer frente al problema”, manifestó.
Por último, el también ex subsecretario de Desarrollo Sustentable durante la pasada administración, periodo en que el gobierno emprendió una campaña de exhibición de presuntos deudores de agua, puso sobre la mesa la falta de eficiencia en el manejo del líquido, que involucra desde las tomas clandestinas hasta el deficiente control de fugas por parte de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana.
“El uso eficiente del agua es buena idea. Las fugas por el agua no cobrada, que ronda el 25%, cuando a nivel nacional es de 50%. El robo de agua en la pasada administración, que se desvirtuó ese concepto, es otro tema. Ya hay tecnologías para detectar fugas y es otra área de oportunidad para no perder más del líquido”, concluyó.
